lunes, noviembre 17, 2003

Is There Anybody Out There?

Me fui a la mierda, ¿Dónde está el botón de apagado cuando lo necesito? ¿Qué interruptor debo mover para dejar de existir? Quiero simplemente dejar de ser, no quiero respirar más, quiero dejar de sentir, de vivir, de amar, de pensar, de ver, de oír, de escribir, de odiar.

Maldito hoyo infernal, te odio, te odio asquerosa auto medicada tumba de compasión. Te odio, mierda, por la mierda, maldita sensación de Deja Vú. Maldita sensación asfixiante de repetición. Ha sucedido lo inevitable, lo malditamente inevitable. No sé exactamente qué fue eso, pues solamente me dijeron que lo inevitable había sucedido, pero bastan dos malditos dedos torcidos y perturbados de frente para darse cuenta de que no era necesario esperar la maldita gira de estudios.

Me fui a la mierda, maldito hoyo infernal, el destino hizo que caminara directo hacia ti, y aquí estoy, mis manos en mi espalda de nuevo, mis ojos cerrados de nuevo, mirando con mi mente hacia debajo de nuevo, queriendo respirar humo. Te odio, por eso arranqué de ti, pero ahora vuelvo, arrepentido, asquerosamente avergonzado de haber renegado a mi destino, suciamente impuro. Me lanzaré hacia adentro, caeré torcidamente con mis manos y mis pies, para no volver a escalar, seguiré cavando más profundamente con mi boca, vomitando polvo, hasta llegar a las entrañas de mi interior, donde se junta toda la mierda. Derrumbaré las paredes, y me enterraré, y me quedaré ahí enterrado para siempre, sin poder recibir la brisa marina, sin poder recibir la llovizna matutina, el perfume de los dioses. Me derrumbé, me enterré. Ya no quiero más, sólo apagarme, y disfrutar con un agónico malestar placentero de repulsión a la luna seduciendo a los astros que tiritan azules a lo lejos. Me fui a tu condenada mierda vomitiva.

No hay comentarios.: