viernes, enero 30, 2009

Nº 14: Omar Rodríguez-López - Se Dice Bisonte, No Búfalo


Una puta obra maestra y punto, este disco no necesita más comentarios y todo lo que viene a continuación es un simple agregado porque no hay nada esencial más que se pueda decir. De los discos que he comentado hasta el momento, ninguno de ellos me tocó o me cambió en algún sentido trascendental como los que comenzaré a comentar a partir de este Se Dice Bisonte, No Búfalo. Este disco es, lejos, uno de los que más me ha dejado para la cagada. Casi en coma-orgásmico.

Para partir, el currículum del compadre:

* 10 discos solistas (jazz fusión, rock experimental, electrónica, avant garde)
* 4 discos de colaboraciones con otros artistas (no como artista invitado, como compositor)
* 6 discos con At the Drive-In (Post-Hardcore)
* 4 discos con De Facto (dub, reggae)
* 7 discos con The Mars Volta (salsa-fusión progresiva satánica)

¿Edad del compadre? 34 años y cuenta que en el estudio de grabación en su casa tiene un estante con 17 discos grabados, mezclados y terminados de diversos proyectos para venderselos a alguna disquera independiente en caso de que le falte plata para terminar algún otro, ya sea musical o cinematográfico. O sea discúlpenme, discúlpenme los weones de Tool, los weones de Radiohead, los weones de Pink Floyd y todos los otros weones que admiro y que se hacen llamar artistas, pero este compadre, este chascón culeado y bueno para fumar hierba, les vuela la raja a patadas a todos y cada uno de ustedes cien mil millones de veces forever and ever amén.

Igual los números pueden ser acojonantes pero sin talento hay que admitir que sólo son cifras, estadísticas, datos sin brillo que podrían no aportar nada. Este no es el caso. La música de Omar es arte puro, pero ¿qué es arte?, si como los clásicos creemos que es la búsqueda de las proporciones y el equilibrio así como se da en la naturaleza, Omar no es un artista ya que su música es exactamente lo opuesto. Aquí no hay proporciones, no hay simetría, no hay estructuras bien definidas, ni moldes ni balance, es un caos, un desequilibrio total, una vorágine de sonidos hilados uno tras el otro pero todos conectados por algo que quizás no es una idea, no, no pueden ser ideas pues detrás de aquél concepto hay un dejo de racionalidad. Esto es sentimiento, sentimiento puro. Alma. Corazón. Sangre. Lágrimas. Alegría. Pasión. Si entendemos el Arte como creaciones que expresan el interior del alma, Omar es un maldito maestro del Barroco. Creaciones, creadores. Conceptos que se relacionan con la divinidad. Ser Dios por un momento.

Desafío a alguien a escuchar Rapid Fire Tollboth, Please Heat This Eventually, Lurking About in a Cold Sweat (Held Together by Venom) o Boiling Death Request a Body to Rest Its Head On y quedar indiferente, no sentir nada. Lo desafío.

El disco es primordialmente Jazz fusión, pero no se imaginen al leer esas dos palabras a un negro tocando la trompeta por cuarenta y cinco minutos improvisando hasta que se le pase el efecto de la marihuana. Imagínense por favor a un moreno flaco, con lentes y el tremendo afro usando ropa y bigote de los setenta tocando una guitarra por cuarenta y cinco minutos improvisando hasta que se le pase el efecto de la marihuana. Sé que suena intimidante, pero no lo es. No lo es si se escucha la música como debe escucharse ésta, sin prejuicios, sin esperar nada, sin expectativas, sin miedo a aburrirse y sin desear emocionarse. Simplemente escuchar y dejarse llevar, entregarse a los sonidos y a los acordes encontrando estructuras donde puede que no las haya, sin escuchar con el oído sino que con el alma.

Si alguien quedó enganchado y quiere escuchar algo de Omar le recomiendo que parta por este disco o por el Old Money, que son como los más digeribles. Lo digo ahora, todos los discos son buenos, pero hay unos más fáciles de escuchar que otros. De hecho yo partí con uno cuya dificultad se puede catalogar como media, el A Manual Dexterity: Soundtrack Volume One. El disco que comento hoy lo escuché después de ese y ahí enganché, ahí recién vine a entender el primero pues pensaba que era un bodrio. Luego le entendí la idea al compadre. Hacer música honesta, sin planear nada, sin quebrarse la cabeza con seguir secuencias de Fibonacci para sacar un ritmo. Tomar la guitarra y si hay que sudar, sudamos, si hay que sangrar, sangramos y si hay que pelear...

Un nuevo Dios del Rock, no, no sólo del Rock, de la grandeza humana, hace su entrada en el olimpo.

PS: Es la banda sonora de una película mexicana llamada El búfalo de la noche, que creo que no es muy buena, filo. Tocan todos los de The Mars Volta, pero el disco está compuesto en su totalidad por Omar.

Boiling Death Request a Body to Rest Its Head On



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miércoles, enero 28, 2009

Nº 15: The Beatles - Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band


Las drogas. Más que la revolución estructural y creativa que caracteriza a este disco. Son las drogas. El legado más importante que la Banda del Club de Corazones Solitarios del Sargento Pepper nos dejó fueron las drogas. Y no hablo del azúcar, ni del café, ni del chocolate, ni del cigarro ni del alcohol. Sicotrópicos, de los duros, de los que, dicen, si uno se descuida nos hacen ver a nuestras muertas abuelas en la esquina tiradas en el piso con los intestinos fuera llamándonos por nuestros nombres.

Claro que ese no fué el efecto que le provocaron a Los Beatles, sino no estaría hablando de uno de los discos más alucinantemente bellos que he escuchado ni catalogándolo como tal.

No me gustaban estos weones. No, eran muy mamones... o sea, ¿qué mas mamón que cuatro weones cantando con las palmas que le querían tomar la mano a una mina?, por favor. No podía escuchar música "maraca con sentimientos" si me gustaba el rock pesado y progresivo. Pink Floyd, esos eran los maestros, ése era un grupo para enaltecer y llamarlo como lo más grande de todos los tiempos. Mamones, viejos, fomes y con la mala suerte de aparecer rivalizando siempre con Pink Floyd como "la banda de rock más importante de la historia". Hasta que escuché este disco y mi mundo se fué a la mierda. "Conchesumadre", me dije, "me gustan Los Beatles weón, no puede ser". No me lo creía.

Como siempre que me gusta algo intento saber más acerca de aquello me puse a investigar y me saqué todo el prejuicio que tenía con ellos. Supe que después de 1965 dejaron de tocar en vivo chatos de las minas gritonas que no los dejaban escuchar ni siquiera lo que ellos mismos estaban tocando. Estando encima de la ola (al menos hasta entonces) mandaron a todos a la mierda y nunca más hicieron conciertos. No gracias váyase a la mierda y déjenos hacer nuestras cancioncitas tranquilos y nosotros le pasaremos el disco terminado para que lo saque a la venta y de pasada traiganos cinco bolsitas de marihuana y 10 tabletas de ácido, gracias.

Si en realidad existes, Dios, te quiero agradecer weón por haber creado las drogas, en serio, te pasaste, la raja, motivo suficiente para ir a rezarte todos los domingos en una misa.

Es lo más sicodélico que le he escuchado a los "fab four", aunque tranquis, no es sicodélico en la onda del The Piper at the Gates of Dawn o el A Saurceful of Secrets de Pink Floyd ni tampoco tiene esa onda soy-adicto-a-la-heroína-el-lsd-y-todas-las-manos de un disco de The Doors, pero pasa la prueba con su sobresaliente porque sencillamente la lleva. Todos y cada uno de los temas de este disco son obras maestras en este universo y en el otro y el que diga que los Beatles son maricones y para niñas por favor que coma sandía con vino para que se muera por imbécil.

PS: la hago corta porque quiero avanzar luego en la lista, como que me quedé pegado (en todo caso ahora que dejo de trabajar seguiré con más discos), chauss.

Fixing a Hole



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miércoles, enero 07, 2009

[Insertar la mayor ofensa]


Hace tiempo que no me cuestiono el por qué de las cosas. ¿Por qué estoy estudiando derecho?, ¿por qué voto?, ¿por qué existimos?... ya no me importa creo, y es que hay una pregunta que me parece mucho más perturbadora que aquella, ¿para qué?.

¿Para qué estudio derecho, para ganar plata?... puede ser, pero, ¿para qué quiero plata, para comprarme cosas?, demás; ¿para qué me quiero comprar cosas, para satisfacer mis impulsos consumistas? claramente. Acabo de darme cuenta que odio el consumismo como no he odiado nada antes.

Desde otra perspectiva, de la perspectiva del obrero que no pudo costearse una educación: ¿para qué uso implementos de seguridad, para no sufrir accidentes o enfermedades laborales?, obviamente; ¿para qué evito los accidentes laborales, para poder seguir trabajando?, en efecto; ¿para qué quiero seguir trabajando, para seguir ganando plata? no hay duda de aquello. En este punto copiar y pegar la idea del párrafo anterior.

Nacemos. Crecemos. Nos mandan al colegio. Nuestros padres nos transpasan sus sueños. Vamos a la universidad obligados moralmente a responderle a nuestros padres. Salimos de la universidad a buscar trabajo. Nos casamos. Tenemos hijos. Nuestros hijos crecen. Los mandamos al colegio. A la concha de su madre todo...

Uno de estos días saldré a la calle y comenzaré a dispararle a todos con una venda en los ojos hasta que alguien me derribe de un tiro en la cabeza. Al menos le ganaré al círculo vicioso.

PS: Todo aquél que crea que estoy equivocado y que piensa comprender la vida mejor que yo, hágase un favor y váyase a la mierda, hij@ de puta.

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