miércoles, octubre 29, 2003

Frivolidad Necesaria

Pues, no sé, supongo que esto es solamente un estado pasajero. O sea, estoy medio bajoneado, pero se me pasará. Ocurre que mañana es jueves, y es el día escolar en que menos veo y estoy con la Sofía. No sé…si he sobrevivido dos meses sin su mirada, sobreviviré 7 horas sin la suya.

De pronto me pongo a analizar la relación entre la Rebeca y el Israel, y no sé. O sea, se nota que ya son casi-amigos de nuevo. Se hablan, se agasajan, se saludan de besos. Bueno, obviamente, yo inicié todo eso, pero el crédito no es solamente mío, sino de ellos también, yo solo empuje un poquito la puerta.

Yo siempre supe que inconscientemente cada uno de ellos deseaba estar con el otro, pero estaban alejados por razones estúpidas. ¡(¡¿MIRA QUIEN HABLA?¡)!

Leer más

lunes, octubre 27, 2003

El ojo de la Tormenta

Otro día más. Como pasa el tiempo, ya van 40 días que llevo escrito, lo que significa que cuarenta veces me he sentado a pensar en qué voy a escribir en las primeras líneas. Líneas que son más que una simple demarcación, que son parte de todo un proceso.

Leyendo y releyendo “esta cosa rara”, he llegado a varias conclusiones. Lo más importante de todo es la importancia que tiene este archivo para mí. De pronto leo cuando sentía un rencor estúpido por la Débora, o esa vez que le escribí una carta a la Paulina de primero medio, que en ese instante no sabía como era su nombre.

Me ha servido de mucho, pero también he escrito cosas que debería haber dejado exclusivamente para mí, pero que he compartido con unas cuantas personas, para bien, generalmente, o mejor dicho, para siempre, pero aún así, hay cosas que no debieran haber sido divulgadas.
No me arrepiento de nada que haya escrito, pues esta es mi “vida”, y estas palabras son mi alma. Simplemente hay cosas que suenan muy duras, y que mucha gente no entiende, por el simple hecho de que no son yo. Pero no importa, pues nada está escrito aquí con mala intención.

Puede parecer raro, pero todas las cosas dichas aquí, han sido analizadas con un propósito mayor, que es el de ver como mis pensamientos han ido cambiando durante este tiempo, para luego releer todo y decir, “vaya, esto es realmente bueno”.

Tan bueno como el tema instrumental de “Rush”, “YYZ”, que estoy escuchando en este mismo instante.

Muchas cosas han cambiado, quizás, más de alguien ha derramado una lágrima al haber leído estas líneas. No sé, no puedo evitar pensar en qué escribiré mañana, o pasado, si es que siga existiendo mi espíritu como para inspirarse en algo.

Tengo muchas cosas que decir sobre algunas personas que me rodean, pero mis opiniones acerca de las personas, deberían ser declaradas frente a frente, y no leídas aquí.

De pronto me doy cuenta de que han pasado muchos meses desde que empecé a escribir aquí, y me es imposible no preguntarme, ¿Dónde quedaron todas esas noches, esos suspiros, esos momentos de mi vida? Me estoy dando cuenta de que los recuerdos de este año son ínfimos, no porque no haya hecho nada, sino porque no recuerdo nada, como si me hubiera bloqueado profundamente, como que si todas las cosas buenas y malas de este tiempo, se hubieran quedado atrás.

Me gustaría voltearme y gritar: “oigan recuerdos, ¿por qué se están escondiendo de mí?”

Creo que el 2003 será un año que será recordado como el de mi apertura de ojos. He aprendido muchas cosas…a la mala. Muchas cosas que me servirán de mucho en mi futuro. “de los errores se aprende”, es cierto, pero creo que he cometido muchos, y no lo digo por ser pesimista, sino por realista.

Me gustaría tener recuerdos de cosas más hermosas. ¿Cuántas veces no me dije a principio de año, que este sería el año de mi vida, que todo sería mejor? Pues me di cuenta de que el tiempo no se mide en días, semanas, meses ni años. Se mide de acuerdo a las decisiones, a los procesos internos. Puedo estar 10 años deprimiéndome en silencio, pero en realidad, sería simplemente una etapa.

Debo parar de decir “debo hacer esto”, y simplemente hacerlo.

Mucha gente dice que pensar en retrospectiva, o ser pragmático está mal, que solamente nos produce sensaciones que no nos convienen, pero no lo creo, es más, creo que eso le da emoción a la vida. Porque claro, puede parecer mal decir “demonios, yo le hablé a ella por MSN, y me dijo que estaba ocupada, lo que significa que no quiere hablar conmigo”, pero yo creo que no es tan así.

Yo creo que si no me habló es por algo, y ese algo debemos investigarlo, o hacer lo posible para conocer el motivo, y cuando se logre, tratar de arreglar el asunto. O no, tratar de arreglarlo no, con conocer el motivo me basta. Es la necesidad de saber en que me equivoqué y tratar de no equivocarme de nuevo.

A veces hacerse el misterioso funciona, pero muchas veces, el misterio nos atrapa a nosotros mismos, y terminamos paranoicos.

De pronto me pongo a recordar tantas cosas, y veo que tengo una enfermedad mental. Soy Melancohólico.

Leer más

jueves, octubre 23, 2003

Crazy Little Thing Called Fear...

Metáfora:

Se está empapando, ella se está empapando. Está tiritando, aunque dudo que sea por frío. Tiene miedo, soy capaz de sentirlo. Siento su miedo, y su miedo se hace mío. Ahora yo tengo miedo también. ¿Quién será ella?, no encuentro respuesta a su belleza. Es bella y tirita, parece como si tuviera convulsiones.

¿Qué haré?, todo parece un sueño, y tengo miedo de acercarme y despertarme. No quiero despertar de este sueño. Me gustaría darle calor, para ver si deja de tiritar, pero no tengo nada…quizás si la abrazo, deje de tiritar y yo pueda sanar su miedo, como si proviniera de una herida invisible.

No quiero que siga tiritando, ahora yo me estoy desesperando. Es tan bella, y que ella tirite, me produce una sensación que me desgarra el Alma. Creo recordar que una vez yo sentí lo mismo que ella, pero veo que en ella, el miedo es más intenso aún.

He tomado la decisión de acercarme a ella, aunque sea peligroso, pues tengo miedo de quedarme solo, miedo de que ella me abandone. La alcanzaré y le demostraré que quiero abrazarla, y ojalá juntos pasemos por esta situación unidos, y quizás así, tal vez nos vayamos de esta calle juntos, cuando amanezca.

Leer más

martes, octubre 21, 2003

El días después del fin del mundo

Ayer hablamos. Hablamos por primera vez frente a frente. No sé. Tenía muchas expectativas, y realmente no sé como sentirme.

Tengo miedo. O sea, pude enfrentarlos, pero las palabras que me dijiste, pero el contenido de tu mensaje, me dejó intranquilo. Supongo que el hecho de preocuparme por lo que te pasa no es suficiente como para que tú me lo digas.

Tengo miedo. Miedo de escribir, pues no sé como reaccionarás al leer todo esto. Demonios, todo fue tan raro. Dijiste cosas que me calaron profundamente. No sé como sentirme. Muchas veces, la mayoría, cuando estoy cerca de ti y digo cualquier cosa, me avergüenzo, o me siento culpable por haber quebrado el silencio que había alrededor tuyo.

No sé como sentirme, te lo digo. Estoy súper angustiado, pues no sé lo que te pasa. Me gustaría saber, me gustaría consolarte, pero sé que tú no confías en mí.

Ayer el mensaje que entendí fue que tú no quieres que yo me comporte como tu amigo. Tengo mucho miedo de acercarme a ti, pues no sé que decir. Siento, o entendí (probablemente mal, espero) que tu no quieres que yo me acerque a ti. Esa fue la impresión que me quedo, y no sé como reaccionar.

Me siento mal por mí, porque también muchas de las cosas que me dijiste, son ciertas, solamente que no me había dado cuenta. En serio que nunca me di cuenta, y ese fue mi mayor distracción. Estoy nuevamente en una encrucijada. ¿Qué haré? ¿Seguiré enamorado de ti, o sacrificaré este amor para que te puedas acercar a mi, sin miedo, y quedarte a mi lado como la amiga que necesitas ser?

Leer más

jueves, octubre 16, 2003

Depredadores en la Oscuridad

Aquí estoy. Escribiendo, escribiendo, escribiendo, escribiendo sin motivos. ¿Por qué estoy escribiendo? ¿Qué quiero demostrar?, ¿Cuál es el objetivo de estas líneas, a quién están dirigidas? ¿Están dirigidas a alguien, o simplemente las hago para conectarme con mi inconsciente?

Me gustaría conocer las respuestas de todo esto. Te extraño tanto, agujero infernal…

“¿Por qué huyes de mí? Ven, acércate, que quiero ver como juegas, un poquito más cerca de mi boca. Tan dulce y oscura como nada y nadie más. Tan bella y horrenda como nadie más. La respuesta de por qué me atraes no tiene pregunta.
Algún día, algún día, algún día, algún día, algún día, algún día, algún día, algún día.

Algún día te invitaré a mi interior, a que heches una mirada. Podrás asomarte un poco, aunque te faltará luz, pero te acostumbraras a la oscuridad, pues no te dejaré salir y te tendrás que quedar conmigo.

Has huido de mí, has corrido, pero no tendrás donde esconderte, no te dejaré esconderte. Te atraeré hacia mí, y nadie te brindará una mano para salir. Tu única compañera será la soledad. Tu mejor amigo será el silencio. La oscuridad te nublará la mente, pero te protegeré de las demás voces, de lo que los otros demonios del mundo exterior dicen. Ven, ven a mí y maravíllate. ¿Al fin y al cabo, para qué cavar un agujero que no sea nuestra propia tumba?

Tienes el trabajo terminado, lo terminaste y huiste. Pero no huirás lejos, no tienes adonde huir ni con quien huir. Esos oasis son simplemente oasis, y nada más. Cuando te acerques desaparecerán, como cualquier otro.

De lejos se ven maravillosos, como un charco de agua en medio de un desierto. Simplemente maravillosos. De lejos, son la perfección, el balance perfecto. La recompensa perfecta no existe, ¿o me vas a decir que tú te mereces un oasis? ¿O me vas a decir que el silencio tiene suficiente valor como para beber de ellos?

¿Quieres un consejo? Cierra las puertas. Mata las luces. Nadie vendrá a casa esta noche. Nadie, sólo la brisa marina que te ha embriagado haciéndote creer que eres lo suficientemente apto y maduro como para nadar en el mar.

¿Por qué huyes de mí? Tú sabes perfectamente que siempre te brindé calidez, y por piedad oculte las noticias que auguraban sueños para ti y para ella. No mereces piedad.

Ven, acércate a mi boca. Quiero verte jugar. Cierra las puertas, cierra las puertas, cierra las puertas, cierra las puertas. Mata tus luces y la de ella.

Bienvenido a la Oscuridad de mi mundo, de tu mundo, del que has creado…gracias a ella…gracias, y a nadie más, que a ti. No tengas miedo, date vuelta, salta dentro y…si te rompes el cuello, yo te lo sanaré, colocando una mente más insana que la tuya sobre tu cuerpo, colocando un cerebro más repulsivo que el tuyo, dentro de tu cuerpo. Drenando tu corazón como si fuera de un alcantarillado, y secándolo con tu propio egoísmo. ¿No te das cuenta que ella necesita libertad? ¿No te das cuenta que ella te pide libertad a gritos y tu no se la das?”

Leer más

jueves, octubre 09, 2003

Realismo Mágico en Auge

Me siento perfectamente bien. Estoy en éxtasis. Estos últimos días he podido saciar mi sed de tu mirada, sin la obligación de fingir nada. Te quiero, mucho. Siento que quizás esta vez sí seré capaz de llegar al oasis. Te tengo cerca de mí, y tú estás con tus brazos abiertos aceptándome. No me ilusionaré, aunque en realidad, ¿por qué no? Si realmente lo intento, hasta quizás podríamos ser felices. Hoy te regalaré la letra de la canción que se hecha de menos aquí. Te la daré y trata de analizarla paso a paso, desde mi punto de vista.

Algún día quizás me dirás lo que esta canción significa para ti. Aunque a lo mejor no significa nada…

Tool – Reflection

He llegado curiosamente cerca del final, abajo.
Debajo en mi auto medicado hoyo de dolor.
Derrotado, me resigno y
Me muevo más cerca.
Puede que encuentre comodidad aquí.
Puede que encuentre paz dentro del vacío.
Que penoso…

Me está llamando…

Y en mi momento más oscuro, fetal y lastimero.
La luna me cuenta un secreto – mi confidente.
Tan llena y deslumbrante como yo lo soy.
Esta luz no me pertenece y
Un millón de reflejos de luz pasan sobre mí.

Su fuente es deslumbrante e interminable.
Ella resucita la esperanza.
Sin ella somos satélites sin vida a la deriva.

Y mientras saco mi cabeza afuera, estoy sin una duda.
No quiero estar aquí abajo, alimentando mi narcisismo.
Debo crucificar el ego, antes de que sea demasiado tarde.
Le ruego a la luz que me eleve hacia arriba.
Antes de que me desvanezca.

Así que crucifica el ego, antes de que sea demasiado tarde.
Para dejar atrás este lugar, tan negativo, ciego y cínico.
Y tú llegarás a darte cuenta de que todos somos parte de una mente
Capaz de todo lo inimaginable y todo lo inconcebible
Sólo deja que la luz te toque.
Y deja que las palabras se desparramen.
Y deja que ellas pasen a través tuyo.
Sacando nuestra esperanza y razón.
Antes de que nos desvanezcamos.

“Un quejido de esperanza se me escapa, creo que ha asustado al mismo miedo, el que ha decidido irse de mi. ¿Será esto una especie de prueba?, pues debería, de otra forma no creo que pudiera seguir soportándolo.
Mi piel está drenando vitalidad, está drenando melancolía, dentro de mi ser hay un pozo que se está desbordando de estas cosas, ese pozo nace en ti.
Esta alma, esta alma que me sostiene, siempre me hace recordar que no está sola y que tiene una acompañante, de que todo el dolor que siente es una simple ilusión para ponerme a prueba. Sé que soy eterno, el pozo que me sostiene me entrega energías.
Creía que mi final había llegado, de una manera en que yo menos me lo esperaba, hundido en mi auto medicado hoyo de dolor, derrotado, moviéndome poco, sin reacción. Es mi momento más oscuro, lloroso y lastimero. De pronto un ser susurra en mis oídos, es la luna, que me cuenta un secreto, es mi confidenta. La luna sólo aparece en las noches, pero reaviva mi alma, la llena de calidez, con un brillo de esperanza que rebosa sus propios horizontes. Sin embargo, su luz no me pertenece, sólo recibo unos pocos reflejos de ella, pero aún así, parecen millones y millones de rayos que atraviesan mi cuerpo y que se posan en mi interior, quedándose ahí, alimentándome.
Este pozo es encandilador e infinito, pareciera que no tuviera límites, pareciera que va más allá de los límites de su propia divinidad. Me mira a través de sus ojos y resucita la esperanza, resucita mi alma. Sin embargo, tengo miedo de mirar por mucho tiempo, nace en mí la culpabilidad, como si esa belleza pudiera llegar a dañar mi espíritu.
De pronto fijo mis ojos en el pozo y trato de ver muy profundo en su abertura, tratando de encontrar algo que me satisfaga, tratando de encontrar la respuesta a esta pregunta que me acecha. ¿Qué es este sentimiento?, trato de compararlo al amor, pero esa palabra no me llena. En el fondo veo un cristal, desde donde pareciera que nacen todos estos sentimientos, creo que desde allí proviene el brillo que me ha tenido atento todo este tiempo. Me acerco a observar, mis ojos lloran, mi alma está sobresaltada, creo que es la respuesta a mi pregunta.
El cristal está reflejando algo, debo saber qué es, pero mis ojos ya no pueden seguir luchando contra tanta belleza, retrocederé, volveré al principio y buscaré de nuevo, esta vez, con mi mente. Empiezo a viajar a través de ese agujero utilizando mi espíritu como medio de transporte.
He llegado al final, a lo más profundo de esa fuente de vitalidad, he visto el reflejo en el cristal, he visto la belleza de algo que jamás imaginé. Mi alma está reflejada ahí y junto a ella, la luna me acompaña, me veo a mi mismo desde arriba, y veo a la luna dentro de mí.
Ya no tengo miedo de mirarla a los ojos, la he enfrentado, ya no tengo miedo de que su belleza me dañe, ya no tengo miedo de poseer algo tan divino. Me alegro de vivir, estoy drenando vitalidad, dentro mío, hay un pozo que alimenta mi alma y dentro de él, un cristal que refleja la luz de la luna.”
De la “Bitácora”.

Leer más

martes, octubre 07, 2003

Creo que es la luz

Acabo de releer este examen de vida, y me sirvió para recordar varias cosas, y principalmente, identificar los errores que me llevan dentro de ese famoso hoyo auto medicado de dolor.

Me reí mucho en esa parte que en hablaba sobre el libro, la película y los discos que podrían salir basados en este documento. Jaja, que gracioso. Me pregunto como se me ocurrió escribir eso.

Anoche me sucedió algo extraño. Ocurre que eran como las una y media de la mañana y me encontraba pensando en cómo podía romper el silencio que había producido con la Sofía, pero de pronto me acordé de una persona de la cual he hablado pestes aquí. La Débora.

Me acordé de todas las veces que yo le había prometido escribir una carta, y de esa vez que incluso empecé a hacerlo, pero la dejé abandonada a mitad de camino.

En ese mismo instante, dejé de pensar, me levanté de mi cama, bajé al primer piso, y saqué mi cuaderno y mi lápiz, esos objetos con los cuales he creado textos maravillosos. Le escribí una carta. Disculpándome por haberla dejada tirada justo cuando más me necesitaba. Me siento mal, pues en ese momento en que yo me encontraba en el agujero, solamente sentía un rencor tonto y absurdo por las personas que quería.

Débora, si estás leyendo esto, te pido por favor que me perdones. Por favor, sé que te sientes mal, por tratarte como una basura, pero estaba desesperado, ciego y enamorado de alguien, pero de la forma en que no se debe hacerlo, de la manera en que no se debe sentir. Te pido disculpas.

Hoy al llegar a clases, la Sofía no se encontraba en el colegio, y a la hora de almuerzo, me senté en la Escalera que está justo al frente de la entrada del colegio a escribir en el famoso cuaderno.

Sólo quería que llegaras, para poder hablar contigo, para poder cruzar muchas palabras y sacarte de tu boca ese sabor amargo que te había dejado el lunes. Bueno, el hecho es que llegaste, y me sentí bien. Y sé que fue difícil para mí, sin embargo, conversamos durante química en el parque, sin que nadie nos interrumpiera y luego lo hicimos en matemáticas. Me alegro. Espero que eso nos brinde esperanzas. Te quiero niña mía, pero quiero que me ayudes también a no caerme en ese hoyo del cual tanto temo, y para eso, necesito que cada vez que me veas titubear en el borde, me brindes tu mano para no caerme.

Leer más

lunes, octubre 06, 2003

Sicodelia Eterna

Se está empezando a oscurecer más tarde, hace unos 10 minutos atrás, todavía había cierta tendencia a la luz solar. Que bueno, así las mañanas serán más oscuras, como si me fuera a clases una hora antes, más encima con el cambio de hora que se efectuará pronto…

He decidido cambiar y hacer un quiebre. Me di cuenta que la Sofía debe estar conmigo, y es por eso que dejaré el silencio a un lado, al menos por un tiempo para intentar la conexión con ella.

He pensado mucho sobre la semana pasada. Pienso en que significará todo esto. Me imagino que tú te haces muchas preguntas, pero ya llegará el momento en que te contestaré todo. Espero que llegue “Algún Día” otra vez, para encontrarme con ese lado tuyo que ha sido muy dosificado.

En este instante lo que más me inquieta es la ansiedad de pedirte perdón. Debo hacerlo y lo haré, trataré de no buscar el momento indicado, pues si hago eso, puede que lo más probable sea que no te lo diga nunca. Además, tengo una promesa que cumplir. ¿Recuerdas? (por las dudas lee el miércoles 24 de Septiembre).
--------------------------------------------------------------------------------------------------

Metáfora:

No quiero intentar seguir pensando, pues sé que no recordaré nada. Siento como si estuviera naciendo de nuevo. ¿Será esto el gran vacío que siempre busqué? ¿Será este el sentimiento de estar sumergido en un auto medicado agujero de dolor? Al fin y al cabo eso es lo que es. Un auto medicado hoyo de dolor.

Estoy inquieto por esta sangre. ¿De quién será? No recuerdo a Nadie. ¿Cómo es posible que no recuerde a mis seres queridos? Me pregunto qué aspecto tiene mi Padre, mi Madre, mis Amigos.

Es como si me hubieran formateado el cerebro. Tengo la mente en blanco sin Meditar. Un momento…creo…creo recordar algo, que difícil es materializar una sensación. Es una persona ¿Quién es? Pero sobretodos las cosas, ¿Por qué es lo único que recuerdo en un instante como este? ¿Acaso no existirán cosas más importantes para mí como saber, por ejemplo, que hago tirado aquí?


Bien, la imagen cada vez es más clara, ya está adquiriendo forma. Es una mujer, siento que es una mujer, demonios, al pensar en la posibilidad de que sea una mujer, empiezo a recordar más cosas, la imagen se vuelve más nítida. Es una mujer de mi pasado, aunque cabría la posibilidad de que pudiera ser alguien de mi futuro.

Está de espaldas, lleva puesto un chaleco…o un polerón, da lo mismo. Es morado, o burdeo, aunque ¿realmente importa si al fin y al cabo los colores, los olores y los sabores no son más que sensaciones y en contadas ocasiones, sentimientos?

Noto que lleva pantalón…pareciera ser plomo, ajustado, pero no tanto. Su pelo le llega hasta un poco más allá de los hombros. Lo lleva suelto, y una brisa hace que estos se desparramen en el espacio. El color es…negro, si negro. No, rojo, o negro, rojo fulminante, fuego, cenizas, vacío, llamas, es negro, no, rojo fulminante, es más hermoso. Un rojo sublime y con carácter.

Vaya, me siento bien al recordar a esta mujer. De nuevo me pregunto quién será, pues siento que no puedo pensar en nada más. Noto que está dejando de ser un recuerdo, ahora ya no está en mis recuerdos, sino que en mi corazón y este la va moldeando cada vez más a su manera. Demonios, siento que el recuerdo original se está difumando y me gusta, pues se convierte en algo más bello.

De pronto abro los ojos y noto que Ella está frente a mí, que extraño, está frente a mí de espaldas, mojándose por la lluvia… ¿ha cobrado vida? No me preguntaré como es posible esto, pues a estas alturas, ya nada me parece imposible…
--------------------------------------------------------------------------------------------------

Tengo ganas de proponerle algo a la Prof. Priscilla (disculpen si lo escribí mal). Me gustaría decirle que hagamos una clase en que llevemos música, nos sentemos en círculo, en silencio y escribiéramos algo, algo que nos interese. Un cuento, una carta destinada a alguien y que luego la leyéremos al curso. Me parece una idea genial, ganadora. Mañana le propondré eso a la profe. Me siento inspiradísimo para escribir. Simplemente inspiradísimo.

Creo que al decir “La Sofía se debe convertir en mi Musa inspiradora”, una luz de ideas y torbellinos de profundidad me invadieron.

Mi cuaderno se ha convertido en mi mejor amigo, mi lápiz, en mi mejor confidente.

Leer más

domingo, octubre 05, 2003

The Dark Side Of my heart...

Metáfora

Que extraña sensación. ¿Será esto la muerte, o el Despertar a la vida?
--------------------------------------------------------------------------------------------------

Traba las puertas, destruye las ampolletas, mata la electricidad. Esta noche no recibiremos a nadie en casa. Nos estamos poniendo fríos, nos estamos volviendo fríos. Solamente tendré piedad conmigo mismo.

¿Qué me ocurre?, no puedo ser amable con nadie y no me interesa. No puedo ser simpático y compartir con nadie, y no me siento mal, me siento asqueroso.
No es que no pueda, es que no quiero. No me importa. No le abriré la puerta a nadie.


Mi vida la defino con una canción. Como una canción. Encamino mis ánimos y mi humor dependiendo con la música que me rodea, con el contexto en el que me desenvuelvo, y estas cambian constantemente por las letras, o las acciones de la composición-vida en conjunto. Todo varía dependiendo del tono de voz o de la perspectiva con que todo se mire.

En este instante estoy escuchando una canción de Tool que se llama “The Patient” pero tocada en instrumentos de cuerda, es simplemente espectacular. He aquí la letra por si alguien está interesado.

Tool – The Patient

Un quejido de Aburrimiento se me Escapa.
Sobrecogiendo al Miedo.
¿Es esto una prueba?
Tiene que serlo, de otra manera no podría seguir adelante.
Esta actitud de vampiro paranoico paralizado es un poco vieja.

Pero todavía sigo aquí.
Dando sangre, manteniendo la fe.
Y todavía sigo aquí
Esperar.
Voy a tener que esperar. Ser paciente. (Esperar)

Si es que no hubieran recompensas que cosechar.
Ningún abrazo amoroso en mi destino.
Este camino tedioso que he escogido
De seguro ya lo habría dejado atrás.
Voy a esperar.

Si es que no hubiera ningún deseo de sanar
Lo dañado y roto con lo que me he cruzado
Este camino tedioso que he escogido.
De seguro ya lo habría dejado atrás.

Y yo todavía puedo… (Suspiro)…aún puedo…
Ser paciente. Debo seguir recordándome esto a mi mismo.

Si es que no hubieran recompensas que cosechar.
Ningún abrazo amoroso en mi destino.
Este camino tedioso que he escogido
De seguro ya lo habría dejado atrás.
Voy a esperar, pues aún puedo…

Leer más

sábado, octubre 04, 2003

¿Donde estoy?

Metáfora:

¿Qué hora es? Tengo frío. Tengo Miedo. Tengo frío pero no estoy tiritando. Tengo miedo y sin embargo, soy capaz de respirar. ¿Lluvia?, ¿porque lluvia en esta época del año?
Demonios, estoy desnudo, no tengo nada puesto encima. ¿Por qué no Siento pudor?
¿Dónde me encuentro? ¿Por qué estoy desnudo tirado en el suelo? ¿Por qué me duele y me cuesta mantener los ojos abiertos? ¿Cómo he llegado aquí?, o mejor dicho, ¿Dónde habré perdido el rumbo? ¿Tenía algún rumbo que seguir acaso? ¿Existía el camino correcto?

Un momento, ¿que se supone que deba hacer con este silencio que me rodea?

Sólo escucho el golpear de la lluvia en este suelo muy pavimentado al estilo colonial y mi piel contra el suelo mojado cuando intento arrastrarme. Sólo veo lluvia caer, una calle que desaparece a lo lejos en una curva. La Oscuridad de la Noche. Mi cuerpo desnudo y nadie alrededor y…. ¿un charco de Sangre? De seguro no es mi sangre, espero que…si, no es mi sangre, pues no siento ninguna herida con mi tacto.

Supongo que no hay nadie pues debe ser muy tarde. Supongo. También supongo que me asaltaron, quizás me sobrepasé en una borrachera y terminé con la tele apagada en una calle del centro antiguo de Santiago. Suponiendo que estoy en Santiago.

Menos mal que el miedo ha disminuido. Creo que lo sentí solamente por la sorpresa de despertar desnudo en medio de una calle en una noche lluviosa de verano. ¿Verano? Demonios, lo había olvidado, es verano, no debería llover, es ilógico que suceda, si ayer (suponiendo que no he pasado mas de un día inconsciente) habían 32 grados de calor y ahora llueva. Aunque en realidad no siento tanto frío. Creo que me calmaré, con el tiempo mis dudas se responderán solas.

Me gustaría quedarme aquí, al menos por un instante, con mi espalda contra el suelo. Al fin y al cabo, no tengo ganas de volver a mi casa. ¿Dónde queda mi casa? Vaya, lo olvidé, pero debe ser porque el alcohol todavía está actuando sobre mi.

Leer más