martes, octubre 21, 2003

El días después del fin del mundo

Ayer hablamos. Hablamos por primera vez frente a frente. No sé. Tenía muchas expectativas, y realmente no sé como sentirme.

Tengo miedo. O sea, pude enfrentarlos, pero las palabras que me dijiste, pero el contenido de tu mensaje, me dejó intranquilo. Supongo que el hecho de preocuparme por lo que te pasa no es suficiente como para que tú me lo digas.

Tengo miedo. Miedo de escribir, pues no sé como reaccionarás al leer todo esto. Demonios, todo fue tan raro. Dijiste cosas que me calaron profundamente. No sé como sentirme. Muchas veces, la mayoría, cuando estoy cerca de ti y digo cualquier cosa, me avergüenzo, o me siento culpable por haber quebrado el silencio que había alrededor tuyo.

No sé como sentirme, te lo digo. Estoy súper angustiado, pues no sé lo que te pasa. Me gustaría saber, me gustaría consolarte, pero sé que tú no confías en mí.

Ayer el mensaje que entendí fue que tú no quieres que yo me comporte como tu amigo. Tengo mucho miedo de acercarme a ti, pues no sé que decir. Siento, o entendí (probablemente mal, espero) que tu no quieres que yo me acerque a ti. Esa fue la impresión que me quedo, y no sé como reaccionar.

Me siento mal por mí, porque también muchas de las cosas que me dijiste, son ciertas, solamente que no me había dado cuenta. En serio que nunca me di cuenta, y ese fue mi mayor distracción. Estoy nuevamente en una encrucijada. ¿Qué haré? ¿Seguiré enamorado de ti, o sacrificaré este amor para que te puedas acercar a mi, sin miedo, y quedarte a mi lado como la amiga que necesitas ser?

No hay comentarios.: