jueves, octubre 09, 2003

Realismo Mágico en Auge

Me siento perfectamente bien. Estoy en éxtasis. Estos últimos días he podido saciar mi sed de tu mirada, sin la obligación de fingir nada. Te quiero, mucho. Siento que quizás esta vez sí seré capaz de llegar al oasis. Te tengo cerca de mí, y tú estás con tus brazos abiertos aceptándome. No me ilusionaré, aunque en realidad, ¿por qué no? Si realmente lo intento, hasta quizás podríamos ser felices. Hoy te regalaré la letra de la canción que se hecha de menos aquí. Te la daré y trata de analizarla paso a paso, desde mi punto de vista.

Algún día quizás me dirás lo que esta canción significa para ti. Aunque a lo mejor no significa nada…

Tool – Reflection

He llegado curiosamente cerca del final, abajo.
Debajo en mi auto medicado hoyo de dolor.
Derrotado, me resigno y
Me muevo más cerca.
Puede que encuentre comodidad aquí.
Puede que encuentre paz dentro del vacío.
Que penoso…

Me está llamando…

Y en mi momento más oscuro, fetal y lastimero.
La luna me cuenta un secreto – mi confidente.
Tan llena y deslumbrante como yo lo soy.
Esta luz no me pertenece y
Un millón de reflejos de luz pasan sobre mí.

Su fuente es deslumbrante e interminable.
Ella resucita la esperanza.
Sin ella somos satélites sin vida a la deriva.

Y mientras saco mi cabeza afuera, estoy sin una duda.
No quiero estar aquí abajo, alimentando mi narcisismo.
Debo crucificar el ego, antes de que sea demasiado tarde.
Le ruego a la luz que me eleve hacia arriba.
Antes de que me desvanezca.

Así que crucifica el ego, antes de que sea demasiado tarde.
Para dejar atrás este lugar, tan negativo, ciego y cínico.
Y tú llegarás a darte cuenta de que todos somos parte de una mente
Capaz de todo lo inimaginable y todo lo inconcebible
Sólo deja que la luz te toque.
Y deja que las palabras se desparramen.
Y deja que ellas pasen a través tuyo.
Sacando nuestra esperanza y razón.
Antes de que nos desvanezcamos.

“Un quejido de esperanza se me escapa, creo que ha asustado al mismo miedo, el que ha decidido irse de mi. ¿Será esto una especie de prueba?, pues debería, de otra forma no creo que pudiera seguir soportándolo.
Mi piel está drenando vitalidad, está drenando melancolía, dentro de mi ser hay un pozo que se está desbordando de estas cosas, ese pozo nace en ti.
Esta alma, esta alma que me sostiene, siempre me hace recordar que no está sola y que tiene una acompañante, de que todo el dolor que siente es una simple ilusión para ponerme a prueba. Sé que soy eterno, el pozo que me sostiene me entrega energías.
Creía que mi final había llegado, de una manera en que yo menos me lo esperaba, hundido en mi auto medicado hoyo de dolor, derrotado, moviéndome poco, sin reacción. Es mi momento más oscuro, lloroso y lastimero. De pronto un ser susurra en mis oídos, es la luna, que me cuenta un secreto, es mi confidenta. La luna sólo aparece en las noches, pero reaviva mi alma, la llena de calidez, con un brillo de esperanza que rebosa sus propios horizontes. Sin embargo, su luz no me pertenece, sólo recibo unos pocos reflejos de ella, pero aún así, parecen millones y millones de rayos que atraviesan mi cuerpo y que se posan en mi interior, quedándose ahí, alimentándome.
Este pozo es encandilador e infinito, pareciera que no tuviera límites, pareciera que va más allá de los límites de su propia divinidad. Me mira a través de sus ojos y resucita la esperanza, resucita mi alma. Sin embargo, tengo miedo de mirar por mucho tiempo, nace en mí la culpabilidad, como si esa belleza pudiera llegar a dañar mi espíritu.
De pronto fijo mis ojos en el pozo y trato de ver muy profundo en su abertura, tratando de encontrar algo que me satisfaga, tratando de encontrar la respuesta a esta pregunta que me acecha. ¿Qué es este sentimiento?, trato de compararlo al amor, pero esa palabra no me llena. En el fondo veo un cristal, desde donde pareciera que nacen todos estos sentimientos, creo que desde allí proviene el brillo que me ha tenido atento todo este tiempo. Me acerco a observar, mis ojos lloran, mi alma está sobresaltada, creo que es la respuesta a mi pregunta.
El cristal está reflejando algo, debo saber qué es, pero mis ojos ya no pueden seguir luchando contra tanta belleza, retrocederé, volveré al principio y buscaré de nuevo, esta vez, con mi mente. Empiezo a viajar a través de ese agujero utilizando mi espíritu como medio de transporte.
He llegado al final, a lo más profundo de esa fuente de vitalidad, he visto el reflejo en el cristal, he visto la belleza de algo que jamás imaginé. Mi alma está reflejada ahí y junto a ella, la luna me acompaña, me veo a mi mismo desde arriba, y veo a la luna dentro de mí.
Ya no tengo miedo de mirarla a los ojos, la he enfrentado, ya no tengo miedo de que su belleza me dañe, ya no tengo miedo de poseer algo tan divino. Me alegro de vivir, estoy drenando vitalidad, dentro mío, hay un pozo que alimenta mi alma y dentro de él, un cristal que refleja la luz de la luna.”
De la “Bitácora”.

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