Otra madrugada más. Más fría que la anterior. Quizás mas larga también. Otra Madrugada más y el pequeño Oliver sigue sufriendo las penurias de la vida y sus Injusticias. Pobre Chico...
Ocurre que a veces miro hacia atrás y veo tantas caras, pero caras que ya se han ido. Gente que caminaba a mi lado y que por culpa mía se ha perdido. Es cuando me doy cuenta de que la soledad que tanto detesto es provocada por mi mismo ser. Quizás inconscientemente necesite no estar acompañado.
Amigos de juegos, de la infancia. Familiares lejanos y cercanos también. Amores extraviados, otros amores que nunca llegaron a ser. Compañeros de colegio. Profesores que más de una vez me regalaron un consejo.
De pronto veo a gente que está cercana en este instante pero que en el fondo solo quiero ver desaparecer, y otras tantas que no quiero que desaparezcan pero que lejanas están también. Pero todo es responsabilidad mía.
Soy capaz de ver esas amistades que claman por mí, pero que yo no clamo por ellas, esas amistades que quizás darían todo por mí pero que yo no me inmuto por ellas. Esas amistades que las he perdido de la misma forma en que estoy perdiendo a otros ahora. Claro, es muy fácil decir que quiero comenzar una nueva etapa en mi vida. A veces incluso es necesario renovarse, pero no por eso hay que renovar a todos los demás, porque es muy simplista decir que en Marzo quizás conozca muchas amistades y amores nuevos, pero esas amistades ya tendrán sus raíces sembradas...y yo...¿dónde encuentro mis raíces?
Las encuentro en esas personas que me han traicionado pero que también me han sido fieles, que me han amado y que me han odiado, que se han preocupado y les he importado un carajo. En esas miradas maternales que ya no se pueden encontrar. En esas miradas paternales que siempre intentan llegar a mí. En esos besos que nunca dí y en esos golpes que alguna vez recibí.
A fin de cuentas, todo se reduce a un simple concepto. Mis raíces, mis principios, mis ideales. Los que ya están casi implantados completamente en mí. Ahora solo se trata de dar el siguiente paso...
Ocurre que a veces miro hacia atrás y veo tantas caras, pero caras que ya se han ido. Gente que caminaba a mi lado y que por culpa mía se ha perdido. Es cuando me doy cuenta de que la soledad que tanto detesto es provocada por mi mismo ser. Quizás inconscientemente necesite no estar acompañado.
Amigos de juegos, de la infancia. Familiares lejanos y cercanos también. Amores extraviados, otros amores que nunca llegaron a ser. Compañeros de colegio. Profesores que más de una vez me regalaron un consejo.
De pronto veo a gente que está cercana en este instante pero que en el fondo solo quiero ver desaparecer, y otras tantas que no quiero que desaparezcan pero que lejanas están también. Pero todo es responsabilidad mía.
Soy capaz de ver esas amistades que claman por mí, pero que yo no clamo por ellas, esas amistades que quizás darían todo por mí pero que yo no me inmuto por ellas. Esas amistades que las he perdido de la misma forma en que estoy perdiendo a otros ahora. Claro, es muy fácil decir que quiero comenzar una nueva etapa en mi vida. A veces incluso es necesario renovarse, pero no por eso hay que renovar a todos los demás, porque es muy simplista decir que en Marzo quizás conozca muchas amistades y amores nuevos, pero esas amistades ya tendrán sus raíces sembradas...y yo...¿dónde encuentro mis raíces?
Las encuentro en esas personas que me han traicionado pero que también me han sido fieles, que me han amado y que me han odiado, que se han preocupado y les he importado un carajo. En esas miradas maternales que ya no se pueden encontrar. En esas miradas paternales que siempre intentan llegar a mí. En esos besos que nunca dí y en esos golpes que alguna vez recibí.
A fin de cuentas, todo se reduce a un simple concepto. Mis raíces, mis principios, mis ideales. Los que ya están casi implantados completamente en mí. Ahora solo se trata de dar el siguiente paso...
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