sábado, agosto 16, 2003

La Subliminal Dedicatoria

Ellos no tienen piedad, ellos no merecen piedad. Baja de tu Maldita Cruz y ayúdame, no eres un mártir. Decías que morirías por mí, no viste la divinidad, pero al menos lo intentaste. Cierra la puerta, mata las luces, Nadie vendrá, que penoso. Frío rozando mis huesos, frío atravesando mis huesos. Déjame encontrar un centro en ti, morderlo y arrancar, Irme de este maldito lugar, ya.

Cierra la puerta, mata las luces, toma tus cosas, nadie vendrá a buscarme esta noche. Entro en una habitación y es igual a la anterior, vivo en un lugar, monótono. Matando las luces, sin que nadie me venga a buscar.

El Silencio atrofia cualquier tipo de Compasión. No soy un desierto, soy un pozo, pero me estoy ahogando en él. Por favor, no me tengas compasión, no merezco compasión. Dame todo tu amor.

Soy un lobo solitario, junto a un pilar de fuego, estoy armando las piezas del sol mientras nadie tiene compasión por mí.

No hay comentarios.: