domingo, agosto 31, 2003

I don't like the drugs, but...

Otro fin de semana más. Aunque ahora que lo analizo, ni fue uno más como todos los demás. Fue el más raro de todos. Como que rompí con los parámetros y finalmente pude quebrar la rutina y hacer algo que nunca había hecho, aunque no se si sentirme orgulloso de ello.

El viernes en la noche fue el primer día que tomé “con cuática” con mis amigos, y debo confesar que me sentí súper bien. Me relajé completamente y por un instante no me preocupé por nada más que vivir el momento.

Me junté con varios ex compañeros y compañeras. Había un carrete en el Greenland y mis amigos me vinieron a buscar para que fuéramos. No soy muy carretero, pero acepté.

La cosa es que nos fuimos para un lugar bien escondido, justo al lado de la ruta 68 y los cabros sacaron una botella de pisco, una cerveza y una Sprite y empezamos a tomar. Yo al principio lo hice por puro tomar. Quería emborracharme, sentirme sucio mentalmente, matar algunas neuronas por lo que siempre dicen esos informativos de la droga. Pero no fue así. Me sentí súper liviano y sin perjuicios.

Les conté mis dramas y todo. Me dieron consejos y fueron muy sinceros. Trataré de hacerles caso. Luego nos fuimos a la fiesta. Yo estaba súper mareado, y el Andrés, otro amigo que nunca había tomado, se sentía tan bien como yo. Llegamos y empezó la locura. Saqué a bailar a una ex compañera que siempre me había atraído por su belleza y no nos alejamos toda la noche. Bailamos juntos y la pasamos genial y lo mejor de todo fue que por mucho rato mi mente mandó a la Nicoll a la mierda y sólo me preocupaba por ella. Es muy hermosa.

Se llama Andrea. Tiene 16 igual que yo y va en tercero medio en el Greenland. Fuimos compañeros en sexto y en séptimo básico. Me gustaba secretamente. Creo que esa noche quedé enganchado de ella, pero sólo duró hasta que se me pasaron los efectos del alcohol. Lección aprendida: debo tomar más seguido para olvidarme de la Fucking Sofía.

Llegué como a las cuatro a mi casa. Dormí caleta de rato. Me desperté a las 12 con un dolor y una sed tremenda. Supongo que eso es lo que algunos llaman caña.

En la noche de aquel sábado hablé con la Débora por MSN y le conté lo que había ocurrido, y ella sólo se dedicó a juzgarme y decirme que estaba haciendo las cosas mal. Pico. No estoy ni ahí con lo que ella me dijo. Sólo espero alcanzar ese estado de manera más frecuente.

Ahora entiendo la canción Sober de Tool:

Tool - Sober

Hay una Sombra detrás de mí.
Amortajando cada respiro que tomo.
Vaciando todas las promesas.
Apuntándome con todos sus dedos.
Esperando como un Mayordomo acechante
Que está posando sus manos sobre mí.
Está asesinando todo lo que debería ser correcto.
Justo hasta el momento en que el hijo llega.
Jesús, ¿por que mierda no susurras
Algo de lo que enseñaste tiempo atrás?

¿Por qué no podemos no estar sobrios?
Sólo quiero empezar todo de nuevo.
¿Por qué no podemos beber eternamente?
Sólo quiero empezar las cosas de nuevo.

Sólo soy un mentiroso sin valor.
Sólo soy un imbécil.
Sólo te complicaré.
Confía en mí y te haré caer.
Encontraré un epicentro en ti.
Lo morderé y luego me iré.
Trataré de elevarte lo suficientemente alto
Lo suficientemente alto como para hacerte caer.
Créeme.
Virgen María, ¿No susurraras algo dicho y hecho?
Sólo quiero lo que deseo.

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