miércoles, diciembre 24, 2003

Mantención del Sistema

Navidad, navidad…debería hablar de ella, pero filo. Estoy yendo a la psicóloga, ¿sabes?, ya van dos sesiones, y el martes tengo la próxima. Más que por problemas, voy en busca de consejos. Creo que es hora de pararla con el cuentito de ser el niño feliz que he venido siendo por fuera estos últimos días y mostrarle a cada uno de los que quiero, quien soy realmente. Quizás enviándoles este archivo, para que vean que es lo que hay detrás de los muros que me protegen de todos ellos.

Maldición, siento que mi piel se está corroyendo.

Creo que no esperaré más, necesito sentir la enfermedad en ti, así que empezaré a analizar mi año, disonantemente maldito.

Enero – Febrero: Meses de dicha, de alegría y de sociabilidad con la gente que en ese instante creía conocer demasiado bien, sembré semillas hermosas, sólo para darme cuenta luego de que eran frutos venenosos. Sin duda, los meses más malditos del año, pues me hice muchas ilusiones con la Nicoll, hablando todos los días por teléfono, hablando muchas horas por teléfono, confidenciándonos.

Marzo – Septiembre: Tool – Schism

Octubre – Diciembre: Sueños materializados en espejismos.

Ese fue mi año, espero que el próximo sea distinto.

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