jueves, diciembre 04, 2003

Ñami!

“El juicio contra el caníbal alemán que se devoró a un tipo comenzó de la manera más espantosa posible. Armin Meiwes, un técnico en reparación de computadores de 42 años, lo confesó todo con una voz serena y persuasiva que dejó estupefactos a los presentes en la audiencia.
El denominado "caníbal de Rotenburg" -por el lugar donde fue perpetrado el horror- conoció a un ingeniero berlinés llamado Bernd Juergen B., de 43 años, a través de un aviso que publicó en Internet: bajo el seudónimo de Franky, decía "Ven a mí y me comeré tu carne deliciosa".
Así llegó la susodicha víctima desde Berlín hasta Rotenburg, en el centro de Alemania, donde el caníbal tenía un hermoso castillo. Primero conversaron y declararon sus intenciones; como estaban de acuerdo, Bernd Juergen se dejó cortar el pene que más tarde ambos engulleron. Todo, durante la noche del 9 al 10 de marzo de 2001. Una velada que fue completamente grabada en video por Meiwes y que será mostrada a puerta cerrada durante la audiencia.
Aquí empiezan precisamente las complicaciones, porque el video entrega valiosa información aparte de los datos escabrosos. Tras ingerir unos 20 tranquilizantes y media botella de alcohol, la víctima, un ingeniero en computación, consintió todo, como quedó registrado; luego transcurrieron 10 horas de desangramiento hasta que perdió la conciencia, momento en que Meiwes procedió a cortarle la garganta y trozarlo para posteriormente guardar 30 kilos de su carne en el congelador, mientras sus huesos eran enterrados en el patio.
Sucesivamente, esa carne la iba descongelando para comérsela, como también quedó registrado en otra cinta de video, en una de las cuales aparece comiendo la carne con una ensalada y todo acompañado nada más y nada menos, que por vino chileno.
Sobre su acto de canibalismo, Meiwes manifestó: "Él me dijo que desde niño tenía el deseo de ser descuartizado e ingerido". Agregó que fue "un acto de comunión... que he deseado toda la vida".
El problema con el video es que demuestra que será difícil para la fiscalía probar que se trató de un asesinato, porque la víctima en todo momento accedió a su propia antropofagia.
El abogado de Meiwes -quien calificó a su defendido como "un caballero de la vieja guardia"- pidió que lo condenen por "homicidio a petición", una forma de eutanasia ilegal que se castiga con una sentencia de cinco meses a cinco años.
Mientras que el cargo de asesinato comporta prisión perpetua.”

Las últimas noticias, hoy.
Que grotesca la noticia…vaya que son modernos estos tiempos violentos.

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