Pues, tanto tiempo sin escribir, aunque creo que no lo ha notado mucha gente, quizás porque no he escrito demasiado seguido, pero creo que mis ganas están volviendo, ya pasó la tormenta y ahora viene la calma, pero se viene muy de golpe y quizás la calma sea más brutal que la tormenta.
Bueno, me expulsaron del Colegio, lo que implica que ya no volveré más a clases, en mi vida, pues terminé el año escolar...vaya, lo pedía a gritos hace un mes y ahora tengo lo que quería...vaya...y ahora?
No sé...voy a extrañar a tanta gente (empezaré con los verdaderos nombres, ya no hay motivo para ocultar). A la Claudia, a la Nicoll, a la Fabiola, al Israel, al Matías, al Fode, a la Paulina....nombres que quedan en el olvido pero que igualmente me importaron...Cynthia, Thayse, Bruno, Débora, Juan, Malena, Alvaro...pero ahora solamente quedo yo, yo y palabras que nunca verán la luz, yo y una almohada vacía en mi cama, yo y un corazón que día a día está perdiendo su sensibilidad, que día a día empieza a olvidar sentimientos...ya no siento el amor en mí, ya no siento el odio en mí, ni la melancolía, ni la angustía...ésta última se está empezando a manifestar con dolores de cabeza, nada más...
Ni siquiera siento muchas cosas al escribir estas líneas, ya mis ojos parecen haber olvidado producir lágrimas...y es que ya no tengo por quién llorar, ya no tengo por quien sentir...
A veces, cuando trato de sentirme humano, intento forzar un sentimiento, pienso en la Nicoll, trato de sentir el amor, me concentro en su belleza, me enfoco en su mirada, me abstraigo con su voz, pero muchas veces no puedo recordarla a ella, muchas veces no puedo recordar su belleza, ni su mirada, ni su voz...pero si de veras lo intento, si de verdad trato y junto todas mis fuerzas, puedo recordar lo que era el amor...y soy humano, otra vez, aunque sea por cinco minutos, los suficientes como para recostarme de lado, cerrar los ojos, y comenzar a dormir...
Y es entonces cuando comienzan los sueños, es entonces cuando la rutina diaria se rompe con algo diferente todos los días...
Espero que estos meses pasen lentamente, pues es como una gran pausa y la quiero aprovechar al máximo...es la última gran pausa de mi vida, después comienza la universidad y la odisea por convertirme en un ciudadano útil. Vaya, debo pensar en tantas cosas, hay tanto por tomar pero tan poco tiempo...no lo sé...Radiohead me ayuda un poco por estos días, un día dije que deprimían, pero en realidad...no sé, tal vez depriman, pero a lo mejor eso me hace sentirme humano.
El teléfono no ha sonado mucho últimamente, sólo alguna que otra llamada de la Fabiola o la Thayse...para qué hablar del timbre...sólo suena cuando mis amigos me vienen a buscar, pero nunca aparece una sorpresa...las sorpresas, cómo me gustaría poder vivir una.
El Messenger, la "maravilla" del siglo 21...tengo a todas las personas que quiero al alcance de mi mano, sólo bastan dos clicks...pero yo no necesito palabras, sino que miradas, sonrisas, susurros...no sé...tal vez necesite un nuevo amor, pero los verdaderos amores no se buscan, sino que se encuentran...
Al final, todo se reduce a esperar.
Bueno, me expulsaron del Colegio, lo que implica que ya no volveré más a clases, en mi vida, pues terminé el año escolar...vaya, lo pedía a gritos hace un mes y ahora tengo lo que quería...vaya...y ahora?
No sé...voy a extrañar a tanta gente (empezaré con los verdaderos nombres, ya no hay motivo para ocultar). A la Claudia, a la Nicoll, a la Fabiola, al Israel, al Matías, al Fode, a la Paulina....nombres que quedan en el olvido pero que igualmente me importaron...Cynthia, Thayse, Bruno, Débora, Juan, Malena, Alvaro...pero ahora solamente quedo yo, yo y palabras que nunca verán la luz, yo y una almohada vacía en mi cama, yo y un corazón que día a día está perdiendo su sensibilidad, que día a día empieza a olvidar sentimientos...ya no siento el amor en mí, ya no siento el odio en mí, ni la melancolía, ni la angustía...ésta última se está empezando a manifestar con dolores de cabeza, nada más...
Ni siquiera siento muchas cosas al escribir estas líneas, ya mis ojos parecen haber olvidado producir lágrimas...y es que ya no tengo por quién llorar, ya no tengo por quien sentir...
A veces, cuando trato de sentirme humano, intento forzar un sentimiento, pienso en la Nicoll, trato de sentir el amor, me concentro en su belleza, me enfoco en su mirada, me abstraigo con su voz, pero muchas veces no puedo recordarla a ella, muchas veces no puedo recordar su belleza, ni su mirada, ni su voz...pero si de veras lo intento, si de verdad trato y junto todas mis fuerzas, puedo recordar lo que era el amor...y soy humano, otra vez, aunque sea por cinco minutos, los suficientes como para recostarme de lado, cerrar los ojos, y comenzar a dormir...
Y es entonces cuando comienzan los sueños, es entonces cuando la rutina diaria se rompe con algo diferente todos los días...
Espero que estos meses pasen lentamente, pues es como una gran pausa y la quiero aprovechar al máximo...es la última gran pausa de mi vida, después comienza la universidad y la odisea por convertirme en un ciudadano útil. Vaya, debo pensar en tantas cosas, hay tanto por tomar pero tan poco tiempo...no lo sé...Radiohead me ayuda un poco por estos días, un día dije que deprimían, pero en realidad...no sé, tal vez depriman, pero a lo mejor eso me hace sentirme humano.
El teléfono no ha sonado mucho últimamente, sólo alguna que otra llamada de la Fabiola o la Thayse...para qué hablar del timbre...sólo suena cuando mis amigos me vienen a buscar, pero nunca aparece una sorpresa...las sorpresas, cómo me gustaría poder vivir una.
El Messenger, la "maravilla" del siglo 21...tengo a todas las personas que quiero al alcance de mi mano, sólo bastan dos clicks...pero yo no necesito palabras, sino que miradas, sonrisas, susurros...no sé...tal vez necesite un nuevo amor, pero los verdaderos amores no se buscan, sino que se encuentran...
Al final, todo se reduce a esperar.
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