miércoles, marzo 24, 2004

Bipolaridad Sistemática

Existe un gran abismo entre un científico y un humanista.

Yo me declaro 110% humanista. La principal diferencia entre un científico y un humanista es la siguiente. El científico descubre, mientras que el humanista crea.
Es por eso que me da rabia cuando un científico empieza a echarle mierda a un humanista, y no son pocos, ya que algunos lo hacen inconscientemente. ¿Para qué existir, para qué estar en este mundo si no es para dejar una huella, para crear algo, una ideología?

Porque un científico puede descubrir una vacuna, no crearla, ya que las ciencias siguen patrones establecidos anteriormente, y la mezcla de ciertas sustancias creará un resultado predefinido por algún ser, o por el universo en sí.

Pero la pasión, el sentimiento humanista, ese sentimiento de ir más allá de las cosas, de no cuestionarse tanto el cómo, sino el por qué, es lo que hace a un humanista un ser superior al científico.
Porque sería fácil estudiar las teorías de otros, las leyes matemáticas, naturales, sería muy fácil dedicarse a ello, pero, ¿acaso no es más emocionante investigar sobre la vida de una persona, más que por sus obras?

Porque al fin y al cabo, las obras de alguien, de la humanidad, han nacido en las mentes de los mejores, de los originales, de los distintos, de los que rompen las normas. ¿no es mucho más emocionante investigar sobre eso, sobre la mente de una persona?

Muchos dicen que el humanismo es para los pajeros, para los vagos que no les gusta estudiar. Puede que la proporción entre un científico y un humanista, en cuanto a cantidades de personas que eligen estos destinos, sea gigantesco, puede que hayan muchos más humanistas que científicos, lo que a lo mejor es verdad.

Pero los humanistas de corazón son pocos, los que se cuestionan sobre todas las cosas, son prácticamente poquísimos. Entonces diría yo, que hay muchos más científicos que humanistas, pues el verdadero significado de humanismo no existe.

Los humanistas no son pajeros, sino que los científicos son los que no se cuestionan si realmente vale la pena lo que están haciendo. He observado como en clases de biología, química y matemática, todos estudian siguiendo un patrón determinado, el de memorizar, ya sea formulas, definiciones o teorías, las cuales, en ningún caso pueden ser modificadas si algo nos parece incorrecto.

Pero el humanismo es distinto en la mente de cada uno de nosotros que realmente lo somos. Nosotros sí tenemos una verdadera razón para existir, el responder a las preguntas que cada segundo de vida se multiplican por 100.

Sería cruel empezar a analizar a cada científico de mi curso, ya que con excepción de unos pocos, unos poquísimos, todos son personas que no piensan, solo calculan, repiten o memorizan. Muchos critican eso de clases cómo historia, que hay que memorizar fechas. Para mí no son simplemente fechas, son hitos que hombres tan normales como yo, han implantado en el mundo actual. Basta simplemente recordar el día internacional de la mujer y el por qué de esta celebración, en qué mujeres sacrificaron su vida por ser respetadas.

Por eso le digo a todos los científicos, antes de seguir con su soberbia, con sus miradas burlescas desde lo alto, respóndanme algo, ¿qué es lo que los mueve?
A mí, me mueve una sola pregunta ¿por qué?, la cual en ningún momento puede ser respondida con total seguridad, ya que de así serlo, no valdría la pena respirar un segundo más.

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