Hoy tuve un ensayo de la PSU. Saqué 608 puntos, lo cual, a mi parecer, está bien…por ahora. Necesito, de aquí a diciembre, tener aproximadamente unos setecientos cincuenta puntos.
Este siguiente texto lo escribió un redactor de SOBRAS.com, llamado Eduardo Bertrán…es…jajaja:
Desgracia Ajena
“A partir de una determinada edad, el “fomingo” se va transformando en un día de reflexión e introspección sobre las noches del fin de semana. Es un día en el que no se está nunca ni completamente despierto ni completamente dormido, sino que el cuerpo realiza una fotosíntesis interna que pareciera no terminar.
Hoy no fue la excepción. La clásica despertada con caminata al baño para el vaso de agua, que trajo consigo la horrenda realidad. Anoche, luego de un proceso de licuado interno, mi alimentación se encontraba dentro de la taza, no permitiendo el paso del agua y creando una suerte de natilla marrón en mi baño.
Fue entonces cuando recurrí al invento menos popular y más asqueroso jamás creado, el nunca bien ponderado y rudimentario sopapo. Yo no se a quién se le pudo ocurrir semejante creación, un palo con goma en su punta que produce un vacío al interior de la tubería y la destapa.
No utilizaba uno de esos desde hace mucho tiempo, por lo que fue en un principio, un reencuentro nostálgico que duró hasta sumergir el objeto en el pastoso bolo alimenticio. De partida, el rebalse producido no es de lo más saludable y al comenzar esa especie de rito sexual con la taza en un tira y afloja de proporciones incalculables uno pierde el aliento. Ver volar choclos, lechugas y algunos otros vegetales quita de inmediato el deseo que se tenía de utilizar el baño en su estado natural.
Muchas cosas se podrán decir del sopapo, pero hay que resaltar su credibilidad, que no ha disminuido nada en todos sus años de vida. Es un instrumento infalible, con el cual yo no tendría ningún conflicto si no estuviese sintiendo el aroma que aún emanan mis manos al escribir estas palabras.
Es en estos momentos cuando logro entender las brillantes palabras de un sabio filósofo nacional; mi antiguo jardinero (QEPD) quien decía “Más vale sopapo en mano que mojón flotando”.”
Este siguiente texto lo escribió un redactor de SOBRAS.com, llamado Eduardo Bertrán…es…jajaja:
Desgracia Ajena
“A partir de una determinada edad, el “fomingo” se va transformando en un día de reflexión e introspección sobre las noches del fin de semana. Es un día en el que no se está nunca ni completamente despierto ni completamente dormido, sino que el cuerpo realiza una fotosíntesis interna que pareciera no terminar.
Hoy no fue la excepción. La clásica despertada con caminata al baño para el vaso de agua, que trajo consigo la horrenda realidad. Anoche, luego de un proceso de licuado interno, mi alimentación se encontraba dentro de la taza, no permitiendo el paso del agua y creando una suerte de natilla marrón en mi baño.
Fue entonces cuando recurrí al invento menos popular y más asqueroso jamás creado, el nunca bien ponderado y rudimentario sopapo. Yo no se a quién se le pudo ocurrir semejante creación, un palo con goma en su punta que produce un vacío al interior de la tubería y la destapa.
No utilizaba uno de esos desde hace mucho tiempo, por lo que fue en un principio, un reencuentro nostálgico que duró hasta sumergir el objeto en el pastoso bolo alimenticio. De partida, el rebalse producido no es de lo más saludable y al comenzar esa especie de rito sexual con la taza en un tira y afloja de proporciones incalculables uno pierde el aliento. Ver volar choclos, lechugas y algunos otros vegetales quita de inmediato el deseo que se tenía de utilizar el baño en su estado natural.
Muchas cosas se podrán decir del sopapo, pero hay que resaltar su credibilidad, que no ha disminuido nada en todos sus años de vida. Es un instrumento infalible, con el cual yo no tendría ningún conflicto si no estuviese sintiendo el aroma que aún emanan mis manos al escribir estas palabras.
Es en estos momentos cuando logro entender las brillantes palabras de un sabio filósofo nacional; mi antiguo jardinero (QEPD) quien decía “Más vale sopapo en mano que mojón flotando”.”
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