martes, diciembre 16, 2008

Nº 20: Nine Inch Nails - Year Zero


Salí de vacaciones ayer (por fín) y como ahora no tengo ninguna responsabilidad estudiantil o laboral empezaré haciendo un listado de los que son, quizás, los 20 discos que más me han marcado. En realidad puede que sean las 20 bandas que más me han marcado pues sólo pondré un disco de cada una de ellas, da lo mismo, son 20 discos y álbumes a toda raja que no tienen desperdicio. ¿Por qué 20 y no 10?, pues porque creo que 10 discos son muy pocos y dejaría discazos que si bien no me han marcado tanto como los otros merecen aparecer en cualquier lista de discos que haga, aparte que sería muy fome porque demás que los que me conocen bien pueden adivinar los 5 primeros y como quiero que estos post también sean una recomendación musical para ellos, pondré varios que de seguro no conocen. Por último, en cada uno de estos irá un video de uno de los temas de estos discos y al final el link para bajarlo (si weones de la PDI, bajarlo gratis). Aquí vamos.

Este disco es de una banda que se llama Nine Inch Nails aunque no sé por qué se denominan grupo de rock si en realidad el único miembro oficial es un weón llamado Trent Reznor. La verdad es que de Rock Industrial yo no tenía idea, cada vez que me decían "Rock Industrial" me imaginaba a los weones de Rammstein todos nazis roqueando como desquiciados sin poleras pegandose combos en las rodillas al ritmo de la música y weá.
Lo bajé esta semana y es uno de esos discos que entran en la categoría personal de "cagué conchetumare" pues sólo con escucharlo una vez me gustó en su totalidad, me atrapó, me dio vuelta, me hizo una tumba rompecuellos y me dejó tirado en el suelo todo humillado sin poder creer lo que había escuchado.

Es una mezcla de guitarras con sintetizadores aunque más tirado para estos últimos porque pareciese que lo hicieron completamente en un PC, con excepción de las voces que obviamente son humanas y weá. A pesar de eso y contrario a lo que se podría pensar no suena a música tecno envasada y pre-programada. En serio, los estilos son tan variados que van de temas que suenan a martillo dentro de una lavadora en funcionamiento a otros en volada más espacial-sexual-marihuanera-somnolienta.

En realidad quizás la música puede que no sea tan sorprendente para algunos, pero las letras son lo que hacen la difernecia, me explico. E
s un disco conceptual, su nombre (año cero) hace referencia a un supuesto año 2022 en que la gente vive bajo un gobierno que se ha vuelto autoritario a cagar, donde la guerra es palabra divina, donde el mundo se ha ido a la mierda y todos vivimos drogados por el gobierno y la televisión para que no podamos pensar y nos dominen y la weá. Suena a algo típico, es cierto, esta weá ya se ha visto en cines, libros, comics y todos los días salen canciones de bandas más o menos desconocidas que despotrican con los mismos temas de este disco, pero por todos lados pareciese haber una diferencia.

Me refiero a que U2, Green Day, R.E.M., Michael Jackson, Maná y Kudai entre otros todos pareciesen preocuparse de la misma weá, todos critican los mismos temas de este disco en canciones, pero lo hacen de una manera tan obvia que no tiene ningún brillo. Cualquiera puede salir a la calle con una guitarra y cantar "salven a las ballenas", salir en la tele y ser alabado por la masa calificándolos de filántropos y weá para luego correr en masa a comprar los discos e ir a los conciertos con entradas VIP a más de 50 mil pesos en el Estadio San Carlos de Apoquindo a gritar Obama, Obama.
Se podría decir que este disco es lo mismo, pero más poético, más artishtico, no sé, más auténtico. Quizás no tanto en una volada "las grandes corporaciones y los presidentes de mierda tienen la culpa" sino que en una volada "tú tenís la culpa weón, tú, que estay escuchando este disco tenís el mundo como el hoyo porque siempre esperas que sean otros lo que lo salven" y weá.

La música engancha, las letras perturban y la verdad duele. No es para corearlo en la calle o en un carrete, es para fumarse un pito, ponerse los fonos, apretar play, irse en volada y dejarse llevar.

Survivalism



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