martes, octubre 19, 2004

Retrospectiva

Hoy subiré algo que podría caer dentro de los límites de un cuento, pero que no es ficticio. Tiene que ver con la tragedia en la Escuela argentina. La escribí primero en Mundo Tranzfu 2.0 pero sé que mucha gente no la ha leído, asi que aquí va.

Cadena de Horrores



Salió de su casa temprano, como lo hacía siempre y comenzó a caminar las tres cuadras que lo separaban del paradero con paso lento, pero firme, concentrado, demasiado concentrado, viendo cómo la escarcha matutina se derretía lentamente..."en cierto modo, la escarcha es inmortal", pensó, y siguió su camino..."¿le dije adiós a mi madre, a mi padre y a mis hermanos?...sí..verdad que sí".


El camino se extendía interminablemente hacia el horizonte. A pesar de sus 15 años y de estar viviendo en el sector desde que tenía cuatro, nunca había caminado a lo largo de la calle que estaba al frente de su casa, no sabía en donde nacía, ni en donde moría...sólo conocía unas cinco cuadras a la redonda, un barrio en los suburbios de su ciudad, protegido de toda "mala influencia", alejado de todo contacto con el "mundo real"...una mente virgen.


Llegó por fin al lugar en donde durante unos quince minutos y mientras el sol se asomaba tímidamente por detrás de unas casas, esperaría el autobús. Esperaría interminablemente, descuidada y completamente desconectadamente.


"El ambiente en esta pequeña localidad aledaña a la capital es de completo caos...la gente desesperada en las calles, madres corriendo de un lado hacia otro gritando el nombre de sus hijos, es realmente kafkiano, todo es confusión...sólo sabemos que se escuchó una gran cantidad de disparos, se dice que fueron más de 20 aunque no hay una versión oficial de la policía...de muertos se habla de aproximadamente unas 9 personas, 2 adultos y el resto niños...estamos esperando que con el paso de los minutos..."


Se despertó de golpe...mierda, se había quedado dormido, debería haberse bajado hace cinco cuadras...se paró y apresuradamente se dirigió a la puerta de salida...tocó el timbre y el autobús se detuvo, se bajó y casi se cae de no ser porque cayó encima de una señora que impidió que ocurriera una tragedia para su autoestima...ahora se trataba de correr, correr para no llegar atrasado. Corrió y corrió, corrió hasta que no sintió sus piernas...y después corrió un poco más.
- ¿Atrasado otra vez?- preguntó el guardia, un tipo moreno, robusto con mal aliento y mal carácter.
- Disculpe...-dijo sumisamente tratando de pasar desapercibido. El guardia lo cogió del brazo.
- Ya llevai tres atrasos este mes, le voy a avisar al Inspector, ya sabí lo que te espera, tus papás se van a enterar de esto. Y si llegai dos veces más atrasado te suspendemos no más po'...¿o creí que aquí andamos al ritmo tuyo pendejito?- dijo mientras le apretaba su extremidad.
- No va a ocurrir una cuarta vez- dijo el joven mientras se volteaba para mirarlo con un fuego inusual hasta el momento en sus ojos...y tenía razón.


El joven siguió de largo sin voltear atrás y caminaba de nuevo con un paso lento, pero ahora desafiante, ahora le importaba un bledo si el profesor lo reprocharía o no al llegar a su sala de clases. De nuevo parecía desconectado del mundo, con la cabeza en blanco, con la mirada vacía, con el corazón roto.


"El joven de 15 años, identificado con las iniciales de M.A.G.T. habría sacado un arma en medio de su clase y en un acto de violencia ciega y absurda comenzó a disparar a quemarropa a sus compañeros hiriendo mortalmente a 7 de ellos y a 2 profesores junto con el guardia del establecimiento. Hay un total de 9 personas heridas, 3 de ellas con riesgo vital...se desconocen las causas del hecho por el momento...en cualquier momento volvemos con más infor..."

Cuando estaba parado frente a su sala, levantó la mano para golpear la puerta, dudó por un segundo y luego golpeó...ésta se abrió lentamente. Adentro lo esperaba su profesor de Química.
- Señor García...,por fin llegó, lo echabamos de menos, no podríamos haber empezado la clase sin su presencia...adelante por favor- dijo el viejo con una ácida expresión de ironía en su rostro. Él no dijo nada, se sonrojó y pasó adelante...y entonces la vió, sentada con Carlos.


"Maldito bastardo, no se la merece, ¿qué hace ese pobre imbécil con alguien como ella, qué hace con su brazo sobre su hombro?, no está a su altura, es un maldito desgraciado que solamente se la quiere tirar para ganarse la fama de matador, dime Amanda, ¿qué haces con ese perfecto imbécil?, sólo quiere tener sexo contigo para después contárselo a sus amigos, subir más su ego e ir en busca de más carne fresca, ¿por qué si eres tan bella, tan profunda, estás con alguien cuyo sentimiento más profundo es el de una erección provocada por cualquier pendejita que se le cruce? Puta vida...esto es una puta vida...el amor es la peor desgracia del hombre. Y están esos que me pasan a llevar todos los días, me las pagarán todos, lo juro, pagarán por cada humillación que me han hecho...compañeros, profesores, policías, choferes de autobús, directores, guardias de seguridad...perras que no saben lo que es el amor, perras que nunca encontrarán el amor en su vida...cómo deseo que desaparezcan de mi vida de una vez por todas y en este mismo instante"


Se sentó, junto al único amigo que tenía, y era su amigo simplemente porque era el último de la larga cadena de perdedores del curso...estaba escuchando personal stereo como siempre. Se sentó esa mañana como todas las mañanas, sacó su cuaderno como todas las mañanas y como todas las mañanas, lo puso sobre su escritorio. Levantó la vista, los vió a ellos dos juntos, vió como Carlos la besaba a ella bruscamente...tuvo que desviar la mirada para no hundirse más en ese profundo hoyo que llevaba tanto tiempo cavando...ahora observaba a los "Doberman", los matones de su curso, esa manada de mocosos pretendientes baratos de Gangsters...cómo los odiaba, cómo deseaba que todos tuvieran un único y grande cuello, para poner sus manos sobre él y ahorcar todo indicio de vida existente en ellos...Miró al profesor, a ese profesor pasado "a naftalina" como decía él, hablando y hablando sobre temas que no le importaban en lo más mínimo...sonriendo con sus "preferidos" y excluyendo a los del "montón" como él...y luego volvió a mirar a los tortolitos, besándose apasionadamente, sin disimular nada, casi montándose en frente de sus ojos....rompió en llanto, apretó los puños, apretó su corazón, se volteó, abrió la mochila, metío una mano.


- oye weón!!!, en Santiago un weón mató a 7 compañeros y a 2 profesores con un arma de fuego hace como media hora, está la cagá...estaba en plena clase, se paró y comenzó a disparar sin miramiento alguno....yo creo que hoy en la noche van a suspender las clases al menos por una semana- le dijo su compañero de puesto...


El joven sacó la mano de la mochila con su estuche de lápices, se limpió rápidamente las lágrimas y dijo "hay weones muy locos en este mundo" y comenzó a escribir...comenzó a cavar más hondo en su agujero, mientras pensaba en la porquería de vida que le había tocado vivir...y mientras lo hacía se preguntaba qué haría con respecto a su destino...¿tenía un destino?...y entonces pensó en un arma...


Una pequeña reflexión tras las muertes producidas en Argentina por el joven que abrió fuego en contra de sus compañeros, escrita po mí...que en paz descansen y por favor, encontremos la paz en nuestros corazones y el perdón en nuestros espíritus.

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