miércoles, enero 28, 2009

Nº 15: The Beatles - Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band


Las drogas. Más que la revolución estructural y creativa que caracteriza a este disco. Son las drogas. El legado más importante que la Banda del Club de Corazones Solitarios del Sargento Pepper nos dejó fueron las drogas. Y no hablo del azúcar, ni del café, ni del chocolate, ni del cigarro ni del alcohol. Sicotrópicos, de los duros, de los que, dicen, si uno se descuida nos hacen ver a nuestras muertas abuelas en la esquina tiradas en el piso con los intestinos fuera llamándonos por nuestros nombres.

Claro que ese no fué el efecto que le provocaron a Los Beatles, sino no estaría hablando de uno de los discos más alucinantemente bellos que he escuchado ni catalogándolo como tal.

No me gustaban estos weones. No, eran muy mamones... o sea, ¿qué mas mamón que cuatro weones cantando con las palmas que le querían tomar la mano a una mina?, por favor. No podía escuchar música "maraca con sentimientos" si me gustaba el rock pesado y progresivo. Pink Floyd, esos eran los maestros, ése era un grupo para enaltecer y llamarlo como lo más grande de todos los tiempos. Mamones, viejos, fomes y con la mala suerte de aparecer rivalizando siempre con Pink Floyd como "la banda de rock más importante de la historia". Hasta que escuché este disco y mi mundo se fué a la mierda. "Conchesumadre", me dije, "me gustan Los Beatles weón, no puede ser". No me lo creía.

Como siempre que me gusta algo intento saber más acerca de aquello me puse a investigar y me saqué todo el prejuicio que tenía con ellos. Supe que después de 1965 dejaron de tocar en vivo chatos de las minas gritonas que no los dejaban escuchar ni siquiera lo que ellos mismos estaban tocando. Estando encima de la ola (al menos hasta entonces) mandaron a todos a la mierda y nunca más hicieron conciertos. No gracias váyase a la mierda y déjenos hacer nuestras cancioncitas tranquilos y nosotros le pasaremos el disco terminado para que lo saque a la venta y de pasada traiganos cinco bolsitas de marihuana y 10 tabletas de ácido, gracias.

Si en realidad existes, Dios, te quiero agradecer weón por haber creado las drogas, en serio, te pasaste, la raja, motivo suficiente para ir a rezarte todos los domingos en una misa.

Es lo más sicodélico que le he escuchado a los "fab four", aunque tranquis, no es sicodélico en la onda del The Piper at the Gates of Dawn o el A Saurceful of Secrets de Pink Floyd ni tampoco tiene esa onda soy-adicto-a-la-heroína-el-lsd-y-todas-las-manos de un disco de The Doors, pero pasa la prueba con su sobresaliente porque sencillamente la lleva. Todos y cada uno de los temas de este disco son obras maestras en este universo y en el otro y el que diga que los Beatles son maricones y para niñas por favor que coma sandía con vino para que se muera por imbécil.

PS: la hago corta porque quiero avanzar luego en la lista, como que me quedé pegado (en todo caso ahora que dejo de trabajar seguiré con más discos), chauss.

Fixing a Hole



1 comentario:

Anónimo dijo...

pensaba igual que tu... eran solo los beatles... que mas da... hasta que escuche revolver! luego rubber soul y luego sgt peppr... el rock sicodelico se lo debemos a estos manes!