lunes, julio 16, 2007

El Impostor


En mis años de carrete en carrete (nos acercamos a los cuatro, al quinto me gradúo como carretero pro) he llegado a la conclusión de que es posible diferenciar distintos tipos de éste. Si bien es arriesgado dar un número exacto o una clasificación definitiva, haré un pequeño intento y por lo menos categorizaré dos tipos, los carretes con amigos y los carretes con minas.

Los Carretes con Amigos son, al menos para mí, los más comunes y por lo mismo, quizás en los que más me acomodo. El objetivo principal aquí es compartir. Compartir el copete, compartir la weed, compartir historias, chistes, tallas... en definitiva, pasar un momento con amigos compartiendo una agradable velada etílica o si se prefiere, alucinógena. Lo necesario en este carrete es más que nada la amistad, la confianza, el ser capaz de webear a cualquiera tranquilo y aceptar que en cualquier momento uno puede ser webeado también.


Los Carretes con Minas son diferentes. No hay que confundir, en los Carretes con Amigos también hay minas, pero es diferente ya que con esas minas hay confianza y hasta amistad, entonces no se les trata como minas, se les trata igual que a todos. En cambio en estos carretes las minas son el centro de atención, al menos masculinamente hablando. Si bien debo reconocer que puta que me gustan las minas (para que no suene tan gay lo que voy a decir a continuación), estos carretes para mí no son para nada la gran cosa ya que por razones que a continuación me dedicaré a mencionar no siempre me han sido estimulantes. No es que no me guste ir a este segundo tipo de carretes, al contrario, me gustan tanto o quizás más que los del primer tipo, pero la diferencia aquí es el factor Mina + Alcohol.


He notado que cuando aparece una mina rica o medianamente rica en un carrete y esa mina es desconocida para mí o para alguno de los presentes se genera una especie de competencia entre los hombres por meterle el pico (o bien la lengua si el carrete no da para lo otro o la mina no se deja). Bien, mientras van pasando las horas y el volumen de las voces crece inversamente proporcional al contenido de alcohol en nuestros vasos y a medida que las inhibiciones van muriendo y por lo mismo el carrete en cierta forma se va acabando, esta competencia se acentúa y como resultado obtenemos ganadores y perdedores, lo que es normal ya que ha sido así desde que el hombre es hombre y por lo mismo no tengo nada en contra de ello.


La debacle llega al otro día, al despertar, momento en que el alcohol ha dejado de ser un factor de diversión y se ha convertido en un factor torturador producto de sus efectos secundarios. La debacle llega cuando nos despertamos y no nos acordamos de nada y nos comienzan a contar lo que hicimos la noche anterior con el afán de intentar ¿conquistar?, ¿enamorar?, ¿metérselo? a la mina. El problema, la angustia y el arrepentimiento surgen en las siguientes situaciones:


1) Cuando todo el carrete nos paró el carro para dejar de jotear ya que esto último alcanzó ribetes psicópatas.


2) Cuando la mina era horrible, pero horrible así a cagar del tipo champiñones con leche, esa onda.

En estas dos situaciones el culpable es el alcohol, ahora, ¿cual es la conclusión de todo esto, que no hay que tomar alcohol?, ¿que hay que hacerse cura, dedicarse al celibato y vivir una vida sexual autosatisfactiva de por vida?, ¿que hay que carretear sin minas?... la conclusión es simplemente que el alcohol puede producir embellecimiento en terceros y que hay que tomarse las cosas con calma y sin apuros. Los dos tipos de carretes son la raja, pero en aquellos pertenecientes al segundo tipo hay que controlar algo la líbido, para al otro día al despertar no tener que decir "ay!".


PS: Chao weones, me voy a Lo Vilos a dejar la vida...

3 comentarios:

Carol dijo...

jajajaj... no puede ser!!
realmente son unos perros, todos los hombres son unos perros!! y es lo menos que se puede decir. En todo caso gracias por ayudarme a abrir aún más mis ojos. en estos momentos me dan unas ganas de ser lesbiana pero no puedo!!!
si no fuera porque te conozco pensaría que eres tan perro como la mayoría pero sé que no es así, nu se porque

Anónimo dijo...

no lei tu wea pq me dio paja pero los carretes con amigos q tenemos son puros hombres ya q la guatona es sexo indefinido JOajoajoajoajoajoajoa

Anónimo dijo...

Pd: Fijense en comos estamos yo y el pichel SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII!!!!!!!!!!