Oh well, whatever... nevermind...

Me dí cuenta de algo unos días después de carretear con mis excompañeros de colegio. He cambiado tanto. Y no solamente lo digo porque ahora en los carretes lo paso mejor. Va mucho más allá de eso. Es haber adquirido una nueva manera de ver la vida. Es haber adquirido una nueva forma de pensar las cosas. Ver todo desde una perspectiva diferente.

Simplemente, me tomo la vida de una forma más sencilla. Sin cranearme tanto los pros y los contras. Quizás... ser capaz de vivir un poquito más a la ligera. Sin crearme tantos problemas por cosas que en el fondo son bien sencillas.Y creo que lo he empezado a manifestar en todos los ámbitos del diario vivir. Desde la música que escucho, hasta en lo que pienso antes de irme a dormir, pasando por como trato a las personas e incluso en la forma de caminar.

Ese día en la casa del Bruno, al reencontrarme con weones y weonas que no veía hace mucho tiempo, me sentí distinto. Sentí como que estaba de nuevo en el colegio, pero completamente cambiado. Si hasta bailé y tiré la talla con el grupo de weones con que me llevaba más mal cuando estaba en clases. Si hasta le dije a la Beatriz, que era mi antítesis en el curso que si yo pudiera volver al colegio ahora, probablemente sería del grupo de ella.

También me di cuenta que cambié porque muchos de los ahí presentes estaban exactamente igual que la última vez que los ví. Quizás el pelo más largo. Quizás un poco mas gordos. Pero en el fondo eran los mismos weones de siempre.

En realidad, yo también soy el mismo weón que siempre he sido. Pero ahora las cosas ya no me afectan tanto. Dejé de ser tan sensible, tan vengativo, tan serio y grave... y a veces me dan unas ganas de volver al pasado como una especie de brisa o energía y cachetearme a mí mismo por haber sido tan complicado en todo sentido. Por complicarme tanto. Es verdad que cuando uno ve las cosas en retrospectiva todo parece ser más simple. Pero no lo niego. En el colegio la cagaba para complicar las cosas.

Comparación: Me demoré alrededor de dos años en decirle a la Nicoll lo que sentía por ella y cuando lo hice quedé traumado como dos meses. Ahora, el otro día después de haberme tomado dos piscolas le dije a una mina que me gustaba... y al otro día sabía que había sido por ebrio y a lo único que atiné fue a cagarme de la risa.

Creo que en gran medida ha sido por la gran cantidad de Maldito Rock que le he metido a mi vida. Waaa... me excito escuchando a Slash, Josh Homme, Jimmy Page, Kurt Cobain y a Jimmy Hendrix tocando la guitarra. Me mojo toda cuando escucho cantar con el alma a Jim Morrison, Iggy Pop, Julián Casablancas, Nick Oliveri, Kurt Cobain (de nuevo), Black Francis, Axl Roses. Llego al clímax al escuchar a bateros y bajistas tan bacanes y maestros como el de los Strokes, Dave Grohl, Flea, el primero de los Mars Volta...

Y es que la música siempre ha sido un regulador de emociones. Y he escuchado tanto Rock and Roll últimamente que en serio que he adquirido su espíritu. El “da lo mismo” la lleva. Pero el “da lo mismo” qué piensen los demás.

Aún escucho a Pink Floyd, a Tool y a Radiohead, es verdad... pero no de la misma forma de antes. Creo que principalmente he cambiado porque ahora soy capaz de controlar mucho mejor mis emociones. Y me he dado cuenta muy bien de aquello. Cuando escucho a la Carolina (mi madrastra) quejarse porque se le perdió algo y cree que fue por mi culpa. Cuando veo a la Nicoll tirar en un carrete con otros weones. Cuando ando apurado y se me pierde el reloj. Cuando escucho a familiares míos hablar mal de mi familia. Cuando escucho “Fake Plastic Trees” de Radiohead...etcétera.

Todas esas veces en que ocurre algo que me debiera desestabilizar, pienso... “da lo mismo, la vida no tiene por qué ser siempre grave” Y mientras El Rey Lagarto canta People are Strange, pienso que es inútil ir por la vida preocupándose por qué piensan los demás de uno. Que dá lo mismo escribir post llenos de chuchadas, garabatos y contenido sexual. Que da lo mismo preocuparse por quién se mete o no se mete a un blog. O por que a alguien le incomode lo que digo. Al final sólo importo yo y los que me quieren. Nadie más y es a ellos a quienes les debo respeto. Y si hay personas con las que realmente me tengo que preocupar por tratarlas bien es a ellos y a nadie más. Y que, finalmente si algunas personas no están de acuerdo conmigo y piensan que la vida sí es grave y seria y que sí hay que actuar de un modo determinado para que el status quo en el que están inmersos no sufra alteraciones rápidas y significativas, pues sinceramente les digo con todo cariño...

Se pueden ir a la misma conchadesumadre.