No soy vegano, ni vegetariano, ni ecologista acérrimo. No ando por la vida defendiendo los derechos de los animales a ultranza ni quejándome porque en los mataderos se faenan animales de manera industrial. Me encanta la carne, me encanta demasiado y por lo mismo sería un cínico de mierda si calificara de inhumana la manera en que estos se procesan para que pueda disfrutar tranquilamente de un asado, ya que estos me gustan de sobremanera.
Pero hay acciones que superan todo acto de raciocinio. Hechos injustificables que no tienen ninguna excusa más que satisfacer la avaricia, la codicia y la vanidad del ser humano. Hechos realmente inhumanos que más que simples hechos son crímenes con todas sus letras en contra de aquello que consideramos correcto. Crímenes que violentan lo más profundo del orden natural de las cosas, crímenes que independientemente de cuáles sean nuestras ideologías nos hacen sentir en el fondo de nuestras almas que algo está realmente mal con todo aquello.
Siento impotencia, rabia y unas ganas inmensas de hacer lo mismo con el criminal que realiza lo que verán a continuación. Siento impotencia, rabia y unas ganas inmensas de hacer lo mismo con la tienda de pieles de Temuco que fué "víctima" de unos "criminales" ecologistas que rociaron pintura sobre todos los abrigos de pieles que se encontraban ahí.
No soy un defensor exacerbado de los derechos de los animales, pero me hago eco del llamado de los ecologistas a crear conciencia para repudiar actos que son abusos de la libertad que tiene el hombre en este mundo.
Se los advierto, el video es fuerte y devastador, pero es la realidad en que vivimos. Si no quieren impactarse no lo vean y sigan viviendo tranquilamente su mundo inalterable ajenos a todo lo que los incomode de manera cómoda y tranquila. No soy quién para juzgarlos por no querer romper un equilibrio falsamente construido a base de aquello que no los inquietará y que se acomodará a la vida pacífica y pasiva que intentan vivir. Si no son de aquellos, adelante, tienen la oportunidad de abrir sus ojos a un click de distancia.
PS: Gracias Hernán por mandarme el video.
Pero hay acciones que superan todo acto de raciocinio. Hechos injustificables que no tienen ninguna excusa más que satisfacer la avaricia, la codicia y la vanidad del ser humano. Hechos realmente inhumanos que más que simples hechos son crímenes con todas sus letras en contra de aquello que consideramos correcto. Crímenes que violentan lo más profundo del orden natural de las cosas, crímenes que independientemente de cuáles sean nuestras ideologías nos hacen sentir en el fondo de nuestras almas que algo está realmente mal con todo aquello.
Siento impotencia, rabia y unas ganas inmensas de hacer lo mismo con el criminal que realiza lo que verán a continuación. Siento impotencia, rabia y unas ganas inmensas de hacer lo mismo con la tienda de pieles de Temuco que fué "víctima" de unos "criminales" ecologistas que rociaron pintura sobre todos los abrigos de pieles que se encontraban ahí.
No soy un defensor exacerbado de los derechos de los animales, pero me hago eco del llamado de los ecologistas a crear conciencia para repudiar actos que son abusos de la libertad que tiene el hombre en este mundo.
Se los advierto, el video es fuerte y devastador, pero es la realidad en que vivimos. Si no quieren impactarse no lo vean y sigan viviendo tranquilamente su mundo inalterable ajenos a todo lo que los incomode de manera cómoda y tranquila. No soy quién para juzgarlos por no querer romper un equilibrio falsamente construido a base de aquello que no los inquietará y que se acomodará a la vida pacífica y pasiva que intentan vivir. Si no son de aquellos, adelante, tienen la oportunidad de abrir sus ojos a un click de distancia.
PS: Gracias Hernán por mandarme el video.