Siempre me he sentido diferente a los demás. Al decirlo, quiero decir exactamente eso. Me siento diferente.
Nunca fui un niño normal en el sentido estricto de la palabra. Y si lo fuí, debe haber sido hace tanto tiempo que mi memoria aún no funcionaba. Pero nunca me he sentido completamente cómodo con mis pares. Puede sonar altanero, polémico, soberbio y egocéntrico. Pero generalmente me siento superior a la gente que me rodea.
Más inteligente, más conectado con mis sentimientos. más profundo. Más persona.
Esto es algo muy personal mío, pero si conozco a alguien que me empieza a hablar de cosas banales como un programa de baile, una revista para adolescentes, la música de moda o qué tan trágica es su vida porque no se puede comprar algo que es inútil ya que no tiene plata.... es como si el rating de esa persona se desmoronara. Hay algo dentro mío que automáticamente la encasilla como "de la masa". En cambio si conozco a alguien que comience a hablar de manera informada, acertada y sobre algún tema relevante. Soy todo oídos.
Por ejemplo, los pendejos comunistas. Si hay algo que me apesta son los weones de entre 13 y 25 años que se sienten cercanos al comunismo. Aborrezco el comunismo. De sólo pensar en esa palabra, de sólo pensar que tendré que digitarla, se me calientan las venas, me sube sangre al cerebro y me dan ganas de golpear a alguno.
Pero esos pendejos no me dan rabia porque sean comunistas, sino que por lo desinformados que están. Por la manía de conjugar palabras que suenan bonito pero que en el fondo son insulsas, vacuas, vacías.
Pendejos que repiten lo que otros weones les dicen que repitan. Que no saben pensar por sí mismos. Que creen que a través del comunismo la sociedad se salvará de "ese precipicio nauseabundo en el cuál está inserta por culpa del bastardo capitalismo"... Pendejos que creen que la gente necesita ser salvada de los poderes fácticos que les controlan la mente... Patrañas digo yo!
De hecho los comunistas no me dan rabia porque sean comunistas ni porque piensen que con el comunismo van a lograr algo. Me dan rabia porque son una minoría insignificante como cualquier otra pero con un poder de llamar la atención increíble tirando mierda, demostrando su envidia a viva voz y quejándose para que todos escuchen lo injusto que és que el vecino de al frente se compró una camioneta 4x4 y ellos no.
Pero mi desprecio no es sólo con ellos, sino que con todos esos grupos que creen ser mejor que el otro pero que van un paso más allá que el común de los mortales y se lanzan en una cruzada mediática y efectista para desprestigiar y si es posible, eliminar al bando contrario.
Llámense Nazis, Metaleros (que creen que por el sólo hecho de escuchar Metal son superiores a cualquier persona), Politoides (que hablan de política con un aire de desprecio a cualquiera que no piense como ellos), Voceros de Gobierno y tanta waste of time-people con la cual, desgraciadamente, tengo que compartir las veredas de Santiago.
Para no pecar de hipócrita, admito que sí me siento superior a todos (como lo dije al principio), pero sé bien en el fondo que puedo estar equivocado y que MUY PROBABLEMENTE LO ESTÉ... y no por el sólo hecho de pensar eso voy a andar por la vida diciéndole a la gente en su cara con el dedo índice apuntando un fuerte y grave Fuck You!. De hecho, cuando lo hago me arrepiento a los 10 minutos, porque en el fondo soy un cabro bueno con sentimientos nobles que está consciente que nació con el agridulce don de saber herir a la gente con las palabras adecuadas en menos de un minuto. Es onda como mi super poder.
Así que a todos ustedes weoncitos que andan por la vida puteando, insultando, golpeando y matando a los demás porque piensan y se visten distinto a ustedes y se estresan porque creen que por culpa de otro su vida apesta, les digo esto:
PAREN SU WEBEO Y FÚMENSE UN CAÑO!
Chao.
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