Toqué el líquido, y mi cabeza explotó por el ruido de un teléfono, que con su sirena anuncia la venida de una tormenta interior.
jueves, diciembre 25, 2003
Bang Bang, ahí quedaste!
Toqué el líquido, y mi cabeza explotó por el ruido de un teléfono, que con su sirena anuncia la venida de una tormenta interior.
Por Felipe Miranda G. a las 2:38 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
miércoles, diciembre 24, 2003
Mantención del Sistema
Maldición, siento que mi piel se está corroyendo.
Creo que no esperaré más, necesito sentir la enfermedad en ti, así que empezaré a analizar mi año, disonantemente maldito.
Enero – Febrero: Meses de dicha, de alegría y de sociabilidad con la gente que en ese instante creía conocer demasiado bien, sembré semillas hermosas, sólo para darme cuenta luego de que eran frutos venenosos. Sin duda, los meses más malditos del año, pues me hice muchas ilusiones con la Nicoll, hablando todos los días por teléfono, hablando muchas horas por teléfono, confidenciándonos.
Marzo – Septiembre: Tool – Schism
Octubre – Diciembre: Sueños materializados en espejismos.
Ese fue mi año, espero que el próximo sea distinto.
Por Felipe Miranda G. a las 2:38 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
domingo, diciembre 21, 2003
Ideología Mítica
1) Maynard James Keenan: Vocalista de Tool. Sus letras y su manera de cantar, de plasmar sus sentimientos realizando un equilibrio incomparable entre lo que dice la canción y lo que él está sintiendo, no lo he podido encontrar en nadie más, y lo que éstas dicen me han calado tan profundo como para dejar una huella imborrable en mí.
2) Adam Jones: Guitarrista de Tool. Sus melodías y sus videos, simplemente son INCREÍBLES.
3) Roger Waters: Bajista y Vocalista de Pink Floyd hasta 1982. Más que nada, su álbum “The Wall”, incluida la película, me identificaron demasiado, tanto, que a veces trato de usar la misma teoría, claro que modificada, y más oscura cuando me refiero a mi agujero.
4) Tyler Durden: Protagonista de “El Club de la Pelea”. Simplemente, sus ideas revolucionarias, apocalípticas y críticas a la sociedad de consuma me han volado la cabeza en más de una ocasión, aunque se trata de un tipo loco, que ama la violencia, ha influido mucho en mí, al punto de a veces llegar a convertirme en él.
5) J.R.R. Tolkien: Autor y creador de la trilogía del señor de los anillos y de la mitología de Arda. Su imaginación, su pasión y su involucración en su obra, es algo digno de admirar.
6) Peter Jackson: Materializó mis sueños, hizo realidad mis fantasías en las películas del señor de los anillos. Sobretodo en el Retorno del Rey. Siempre lo admiraré por eso.
7) Neal Pearl: Baterista de Rush, simplemente excepcional, sobretodo en el tema YYZ.
Ayer por fin fui a ver El Retorno del Rey. Fue un día que estuve esperando desde que me terminé el libro, allá por el 7 de Enero del año pasado. Siempre me decía que yo saldría del cine de dos maneras distintas, o muy decepcionado, o muy deslumbrado, al punto de enloquecer, y fue así.
Hubo escenas que me hicieron pararme, ir al baño a mojarme la cara, pegarme una cachetada y decir “me encantó”. Todo, todo fue maravilloso, estuvieron todas las cosas que debían estar, no faltó nada y no sobró nada, y el guión estaba lo inteligentemente modificado como para mantener siempre la tensión, incluso para los que se habían leído el libro. Hubo escenas en que casi me saltan las lágrimas, sobretodo cuando Gollum va cayendo con el anillo en la mano en el monte del destino.
Cuando terminaron los créditos, no sabía que decir, no sabía qué hacer, ¿pararme?, la espera, la angustia terminó, y ahora sólo me queda ir a verla de nuevo.
Por Felipe Miranda G. a las 2:37 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
sábado, diciembre 20, 2003
Marxismo!
A veces miro a los demás obreros…hombres esforzados que no tienen ninguna otra posibilidad en la vida, que es su deber estar encerrados ahí toda su vida para ganar un sueldo que no les alcanza. Yo me cansé al segundo día, y quería tirar la toalla, es verdad, pero como al tercer día, ya me resigné, y me acostumbré, que es lo que les debe de pasar a muchos. Pero simplemente no es justo, yo estaré solamente un tiempo breve, pero ellos deben estar toda su vida ahí, y eso realmente me inquieta, ¿y por qué?, pues porque no fueron a la universidad, pues no tenían dinero, o sus padres eran tan ignorantes como ellos mismos. Mi papá no fue a la universidad, ni siquiera entró a primero medio. Ni siquiera terminó el séptimo básico, pero él es prácticamente el que lleva las riendas en ese trabajo. Es gerente de producción, y él, tiene más poder de persuasión que el gerente general mismo…y esto me lleva a otra duda….
En mis horas de ocio (que en realidad son mis horas de trabajo, pero debo pensar en algo simplemente para no volverme loco), me he cuestionado si realmente existe el destino, pues bueno, de ser verdad, lo desprecio.
El destino está premeditado, el destino es algo que no se puede cambiar, es algo que ya está escrito y que por más que queramos modificarlo, por más que queramos doblar en una esquina y no en otra para burlarlo, el destino siempre nos había trazado el camino…pero si el destino es premeditado, debe existir una fuerza detrás que lo trace, y si esa fuerza es Dios, entonces Dios es injusto…
Obrero: Se levanta a las 6 de la mañana para llegar al trabajo a las siete y media, hora en que empieza la rutina de diez horas y media en que tiene que soportar: cuarenta grados de calor, ropa hedionda, los mosquitos atraídos por la madera, el ruido ensordecedor de las máquinas, el dolor en sus brazos y en sus pies por no poder sentarse reprimido por los supervisores, la sed que a ratos se hace insoportable…
Administrador: Se levanta a las ocho para llegar a las nueve al trabajo, hora en que empieza su labor por organizar las tareas de la empresa, conversar con sus amigos en cómodos asientos de cuero, en donde tienen su música preferida, al volumen deseado, y con una máquina que en vez de proveer agua helada, provee un líquido demasiado delicioso llamado agua mineral, ventiladores….
Promedio de ¿obreros por administrador? Seis a uno. ¿Es justo el destino?, pues bueno, al menos no es equitativo.
El jueves volvió mi curso de la gira…y si, ocurrió lo que yo tanto temía, sí, quedé destrozado, es verdad, si, comprobé que ella no me ama, no, no fue con el Matías, ¿con quién fue?, da lo mismo, no fue conmigo…
Pero destrozado no es la palabra. Me deprimí por un momento, pero lo que temía también ocurrió, se me pasó a la media hora…temía que no me doliera por demasiado tiempo, ya estoy bien, siento que tengo una posibilidad frente mío que debo saber aprovechar. Es ahora, en el momento en que sé que ella no me ama, en que lo sé con certeza, es cuando debo mirar hacia arriba y maravillarme con las demás personas que me rodean, para poder renovar mi espíritu, mis ánimos, mis creaciones literarias.
Por Felipe Miranda G. a las 2:36 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
lunes, diciembre 15, 2003
Gastando oxígeno
Supongo que todos en la gira la estarán pasando muy bien. Yo no la estoy pasando mal, pero estaría mejor si ella estuviera aquí conmigo. No importa, pase lo que pase, deberé aceptarlo, como lo hago siempre…para hoy, un cuento escrito por mí…
Ciegos.
Sus pupilas se dilataron, manifestando sólo con la mirada, un dolor inmenso. Posó una mano, tan sorprendida como la otra sobre uno de los pilares del edificio, en expresión de cansancio, y lentamente empezó a arrodillarse a mil dudas por segundo. En el suelo, con una rodilla en el piso, mirando como las gotas de sangre castigaban al suelo, dio uno de sus últimos suspiros, leves quejidos de agotamiento e incredulidad.
La mano que tenía libre, la mano que no estaba obligada contra su voluntad, empezó a acercarse cada vez más hacia la herida, hacia ese tubo de escape de sentimientos, tan titubeante como cuando solía extenderse en las escaleras del metro de santiago, en busca de unas cuantas monedas para calmar el hambre. Que días aquellos…
Sólo basta una sonrisa ajena para recordar las miserias que pasó, fulminantes flash-backs que incineraban lo poco de dignidad que aún era capaz de aferrarse al cuerpo cada vez más inerte del mendigo. Épocas en que la luz del sol le hacía recordar que una nueva batalla estaba por comenzar, épocas en que la gente, con su miradas perdida en asuntos tan o más importantes como llegar a tiempo a casa para ver la telenovela de moda, le hacía recordar al hombre su calidad de “intocable”.
Era una injusticia, él, arrodillado en el piso, tratando de encontrar entre sus recuerdos un momento que valiera la pena, un momento que le permitiera descansar en paz, mientras el reloj de sangre avanzaba más y más rápido según su nivel de desesperación.
Poco a poco empezó a alzar la mirada, en busca de ojos amigables, pero sabía que era en vano…sólo se vive una vez, y solo una vez encontró esos ojos en una parte. Fue un día de Invierno, en su escalón de siempre, cuando una niña de ojos azules se le acercó a saludarle. Él, impávido le devolvió el saludo, impresionado y un poco incómodo a la vez. Incómodo pues nunca lo habían mirado a los ojos de esa manera.
-Mamá, ¿por qué el viejito pascuero está vestido así?-preguntó la pequeña, tan inocente como la luna misma.
-Vámonos –dijo la madre en un tono tan indiferente como su propia existencia mientras la pequeña se alejaba de la mano de su madre…
Pero el recuerdo fue interrumpido por otro, que trataba de hacerse paso entre sus pensamientos, destruyéndolos a todos, para adueñarse completamente de la prioridad de la mente. Era el recuerdo vano y frágil de la mano desnuda que le dio esa estocada final. Malditos yuppies, hijos de perra, asesinos deportistas, pero ya nada importaba. A estas alturas, ya no servía para nada odiar a nadie.
Bruscamente cayó de bruces, exaltando a tres palomas que salieron aleteando, en busca de más sangre para beber, en busca de otro mendigo para digerir.
Ahora sólo quedaban unas nubes en el cielo distante, rayos de sol que se hacían paso a través de ellos, tales agujas en la piel, quedando atrapadas en la protección solar de la ciudad, en su capa de smog. Sólo quedaban gigantes de concreto que parecían ir aumentando de tamaño mientras se le acababa el tiempo de vida. Gigantes cuadrados y simplistas que se elevaban a lo alto tratando con ese gesto de alcanzar la redención, el perdón de los prados que estaban pisando, que por años habían estado destruyendo. Sólo quedaba la tibia lengua de un perro, su último aliado, ese ángel incomprendido que cerró sus párpados, imitando el gesto de taparlo con una frazada para que durmiera bien, por última vez.
Y cuando la lágrima bajó, acariciando su mejilla por última vez hasta caer en el frío concreto, un arco iris cruzó los cielos de la capital, de oriente a poniente, tratando de brindar esperanza en un día tan frío como aquel, pero el arco iris mismo fue asesinado por la misma mano que asesinó al otro milagro, pues estaba muy alta, y nadie es capaz de ver a través del humo
Por Felipe Miranda G. a las 2:36 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
jueves, diciembre 11, 2003
Here comes your TIME!
Creo que nunca había hablado sobre eso, pero bueno. Ojalá algún día deje de usar estos lentes que bloquean mi profunda mirada, Jaja…el otro día peleé con mi mamá, a lo mejor mañana no me va a dejar salir en la noche, pues ya le dije que los viernes me juntaba a tomar. Que fome, mañana era la despedida del colegio, lo que significaba que iba a ser la gran tomatera del año…ahora, el hecho de no ir, ¿será bueno o malo?, no lo sé, pero al menos, cuando estoy “en onda” me puedo olvidar un rato de los problemas y de todo.
Por Felipe Miranda G. a las 2:35 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
miércoles, diciembre 10, 2003
Prosa desesperada
Metáfora
Pero mi deseo de estar cerca de ella se neutraliza con el temor de alejarme a la vez. Ella desaparecerá, se irá, es esfumará, y yo, quedaré solo, girando en esta pantanosa calle húmeda, preguntándome qué haré con todo este perfume que se desliza a través de mis fosas nasales, mentales, espirituales, pues mi miedo se justifica con el hecho de que con cada centímetro que avanzo hacia ella, se va convirtiendo en una niebla toda la belleza que tanto me ha cautivado. ¿Me acercaré a ella, para deleitarme con su perfume, con su atrapante y esclavizante perfume, o me quedaré aquí, maravillándome con su preciosa figura, con su cautivante hermosura?, dime tú, extraño ser de pelo rojo, ¿Qué haces en una noche como ésta, tiritando de nervios, mojándote por la lluvia que al fin y al cabo no son más que tus lágrimas, delante de mi?
Debo tomar una decisión, una rápida decisión sobre ti, mujer dueña de mis pensamientos y cada vez más de mis emociones y sentimientos. Creo que si descanso lograré resolver esta inquietud… (Suspiro, leve quejido de agotamiento y presentimiento)…creo que es la única opción. Me acercaré a ti, pues sé que eres lo único que tendré en mucho tiempo, pues siento que eres lo único que pensaré en mucho tiempo, quizás, toda la eternidad hasta que amanezca.
Luna, me alumbras ahora, en mi momento más oscuro y confuso, pero me gustaría que te fueras, que te escondieras, para que el sol, ese utópico astro de esperanza, me guíe en mi camino, ¿cuál es mi camino?, no lo sé… ¿lo sabes tú acaso?
Luna, tú, que has girado innumerables veces alrededor mío, del universo, tú, que has visto envejecer las edades, morir héroes, nacer reyes, crecer espíritus perdidos en sus propias dudas, dime, ¿qué es lo que debo hacer?, astro de sabiduría y melancolía.
En un desesperado intento corro hacia ella, tratando de compenetrarme con su fugaz existencia, en un desesperado intento la tomo dulcemente por los hombros, mientras mis manos se van hundiendo más y más en su cuerpo que se desvanece. Se está desvaneciendo por completo, se está convirtiendo en una espesa neblina de perfume, y en el último instante de vida de esta aparición divina, en el último segundo de vida de esta idealizada imagen de mi difunta amada, ella voltea su cabeza, moviendo su cabellera tal como si fuera una llama danzante al ritmo de los latidos de mi corazón, y, en el último latido de vida, veo unos ojos, tan profundos como el océano indiferente, tan bellos como los atardeceres de hierro, tan vivos como la esencia misma de la melancolía imperfecta. Ojos cafés, llenos de esperanza y de alegría, llenos de manjares y de prados inmortales…ojos verdes llenos de un rojo tan intenso como el cielo mismo, el cual ahora, está cubierto solamente por una gris niebla de soledad, por una morada neblina de cuestionamientos, por una verde nube de placer espiritual. Tu perfume ya no es perfume, sino algo tan simple como un recuerdo, el cual ha tallado un lugar de manera brutal en mis memorias…la lluvia cae, y en el recuerdo de tu mirada, aparece el sonido de un teléfono, de una llamada, que suena lejos, distante, calle abajo… ¿chorro de sangre abajo?, pues si, sangre, ¿mi sangre?...lo había olvidado por completo, un sonido que proviene de lo más lejos de la estela roja que avanza calle abajo por el pavimento.
Por Felipe Miranda G. a las 2:34 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
lunes, diciembre 08, 2003
Más sentimientos pasajeros
Leslie, también siento que te estoy empezando a querer, incluso con el hecho de que no te conozco te siento como una persona cercana a mí. Como me gustaría que nos llegáramos a conocer mejor….te quiero…aunque seas una desconocida.
19: 56 hrs.
Fin de año, fin de vida…comienza una época nueva, una época que debería ser distinta a la anterior. Vacaciones, momento para descansar la mente, aprisionada por tanta locura, por tanta……………..
Por Felipe Miranda G. a las 2:33 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
sábado, diciembre 06, 2003
Belleza Sudamericana
Otra cosa que amo es cuando salgo de clases y me doy cuenta de que me ha ido mal en las notas…de que estoy igual que solitario que la vez anterior, y que mi mente está más y más saturada de cosas por las cuales no vale la pena ni siquiera hacer el más mínimo esfuerzo de pensar en aquello.
Pero lo que verdaderamente me vuelve loco es cuando me junto los viernes con mis amigos y nos dedicamos solamente a tomar hasta llegar al punto en que no nos acordamos ni cómo nos llamamos. Obviamente, vida oculta que nadie conoce.
23:36 hrs.
Tomar medicamentos en exceso, no es un suicidio realmente…es más como una llamada de auxilio. Mi mamá se tomó muchas pastillas para dormir y eso es lo que está haciendo en este instante, duerme… (Suspiro, leve quejido de agotamiento y melancolía)…necesito a alguien para contarle mis problemas…te necesito para poder contarte mis problemas Nicoll…necesito de tu comprensión, de tu dulce voz y de tus sabios consejos. Necesito poder confiarte mi vida…pero probablemente no tengo las suficientes fuerzas como para soportar otra mirada sin caricias…
Por Felipe Miranda G. a las 2:32 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
jueves, diciembre 04, 2003
Ñami!
El denominado "caníbal de Rotenburg" -por el lugar donde fue perpetrado el horror- conoció a un ingeniero berlinés llamado Bernd Juergen B., de 43 años, a través de un aviso que publicó en Internet: bajo el seudónimo de Franky, decía "Ven a mí y me comeré tu carne deliciosa".
Así llegó la susodicha víctima desde Berlín hasta Rotenburg, en el centro de Alemania, donde el caníbal tenía un hermoso castillo. Primero conversaron y declararon sus intenciones; como estaban de acuerdo, Bernd Juergen se dejó cortar el pene que más tarde ambos engulleron. Todo, durante la noche del 9 al 10 de marzo de 2001. Una velada que fue completamente grabada en video por Meiwes y que será mostrada a puerta cerrada durante la audiencia.
Aquí empiezan precisamente las complicaciones, porque el video entrega valiosa información aparte de los datos escabrosos. Tras ingerir unos 20 tranquilizantes y media botella de alcohol, la víctima, un ingeniero en computación, consintió todo, como quedó registrado; luego transcurrieron 10 horas de desangramiento hasta que perdió la conciencia, momento en que Meiwes procedió a cortarle la garganta y trozarlo para posteriormente guardar 30 kilos de su carne en el congelador, mientras sus huesos eran enterrados en el patio.
Sucesivamente, esa carne la iba descongelando para comérsela, como también quedó registrado en otra cinta de video, en una de las cuales aparece comiendo la carne con una ensalada y todo acompañado nada más y nada menos, que por vino chileno.
Sobre su acto de canibalismo, Meiwes manifestó: "Él me dijo que desde niño tenía el deseo de ser descuartizado e ingerido". Agregó que fue "un acto de comunión... que he deseado toda la vida".
El problema con el video es que demuestra que será difícil para la fiscalía probar que se trató de un asesinato, porque la víctima en todo momento accedió a su propia antropofagia.
El abogado de Meiwes -quien calificó a su defendido como "un caballero de la vieja guardia"- pidió que lo condenen por "homicidio a petición", una forma de eutanasia ilegal que se castiga con una sentencia de cinco meses a cinco años.
Mientras que el cargo de asesinato comporta prisión perpetua.”
Las últimas noticias, hoy.
Que grotesca la noticia…vaya que son modernos estos tiempos violentos.
Por Felipe Miranda G. a las 2:31 p. m. 0 opiniones
Clasificación Crónica Roja
miércoles, diciembre 03, 2003
Heroina
Lo que se viene está vivo.
Lo que se sostiene es un espejo.
Pero lo que está cantando canciones es una serpiente.
Viendo como convertir esta orina en vino.
Ambos están totalmente vacíos de odio,
Pero matándome da simplemente lo mismo.
La serpiente detrás de mi susurra,
Cuál podría ser el daño.
Mi sangre delante de mí me ruega,
Que abra mi corazón otra vez.
Y yo siento esto que se acerca como una tormenta otra vez, consideradamente.
Voz venenosa, me tienta,
Me drena, me sangra,
Me deja quebrado y vacío,
Me arrastra hacia abajo como una dulce gravedad.
La serpiente detrás de mi susurra,
Cuál podría ser mi daño.
Mi sangre delante de mí me ruega,
Que abra mi corazón otra vez.
Y yo siento esto que se acerca como una tormenta otra vez.
Estoy muy conectado a ti,
Para deslizarme lejos, para desvanecerme lejos,
Muchos días después aún te siento,
Tocándome, cambiándome,
Y consideradamente matándome.
Sin la piel,
Por debajo de la tormenta,
Bajo estas lágrimas,
Los muros se derrumban.
Y la serpiente se ahoga,
Y mientras miro en sus ojos,
Mi miedo comienza a desaparecer,
Recordando todos esos tiempos.
Podría haber llorado entonces,
Debería haber llorado entonces.
Y mientras las paredes se derrumban,
Y mientras miro en tus ojos,
Mi miedo comienza a desaparecer,
Recordando todos esos tiempos.
He muerto, y moriré, todo está bien, ya no me importa.
Estoy muy conectado a ti,
Para deslizarme lejos, para desvanecerme lejos,
Muchos días después aún te siento,
Tocándome, cambiándome,
Y consideradamente matándome.
Por Felipe Miranda G. a las 2:30 p. m. 0 opiniones
Clasificación Banda Sonora
martes, diciembre 02, 2003
You're pushing and shoving me
15: 24 hrs: Manos en mi espalda otra vez, sujetando la diurética pala, laxante de mis emociones, cavando más y más profundo, en mi agujero. Escapando de la luz, llevando un Silmaril roto en mi frente, esperando que la disonancia me brinde un poco de odio para sellar definitivamente todo, maldición, estamos hundiéndonos, tu me estás hundiendo, demonios, vomitar no expulsará todo el resentimiento. Sellando la placa final, asqueroso mártir de melancolía imperfecta.
Dame tu último suspiro, tiempo, espacio y realidad. Dame el último aliento de tu boca. El último sonido de tu voz anónima, dame solamente una bala y un gatillo, pues mi dedo hará el resto. Dame un último suspiro de aburrimiento, un último quejido en este acto de vampiro paranoico y paralizado. Tu último rayo de mirada asquea mi interior, drenando mi rencor fuera, para por fin descansar en paz, perdiendo la guerra de mi vida y humillándome frente a tu indiferencia.
Quizás algún día tratarás de seguirme, pero no lo harás por mucho tiempo. Esto es el final, quizás solo necesitaba creer por última vez, reír por última vez, observar cómo tu mirada perdida creaba ilusiones en mí. Sólo quiero saborear la imperfección, saborear tu indiferencia y ser juzgado por mis propios defectos.
Me armaré de armas, creando fuerzas a partir de mis propias similitudes a lo incorrecto.
¿Será esto una prueba?, no lo creo, si no, no estaría tan tranquilo.
El miedo me carcome otra vez, el miedo a la gira de estudios. Quedan 3 días para salir de clases, y siento que quedan tres días de vida, o menos…pero esto no es vida, esto es agonía, maldita y densa agonía antropófaga. Te perderé, te perderé, quizás para siempre, pero algún día, algún /FUCKING/día, te recuperaré, y será el tiempo para llorar juntos, junto a una triste puesta de sol, anunciando un eclipse de luna, imagen real sólo en mi imaginación.
Me siento mal, por favor, si alguien es capaz de escuchar el sonar de las teclas, que venga a salvarme.
Por Felipe Miranda G. a las 2:29 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo
lunes, diciembre 01, 2003
Reclamando mi derecho a pataleo
Estoy demasiado aburrido de estar un día súper bien, y el otro, demasiado mal. Hoy todo me salió al revés, tan así, que se volvía a enderezar solo. Estoy asqueado, necesito que llegue el viernes para salir por fin de clases…el viernes.
Demonios, que fue traumante este viernes, fue simplemente demasiado para mí, siento como que si el viernes, el Ignacio me hubiera abierto la cabeza, y me la hubiera llenado con ácido, y luego la hubiera cerrado, tirando la llave lo suficientemente lejos como para perderme en el camino, como para perder el sentido. Le juré que no le iba a contar a nadie sobre lo que me contó, pero eso no significa que no pueda desahogarme…al menos lo intentaré.
El Ignacio, mi mejor amigo en séptimo básico, simplemente tiene una cagá en su vida, y no hay nadie quien pueda ayudarle, solamente él puede, pero sé que le costará encontrar el camino. Hablaré un poco sobre él.
Ocurre que hace unos meses, él se fue de su casa, de la casa de su mamá y su padrastro, por una supuesta pelea, y terminó viviendo con su papá, en Vitacura, en un departamento. Su madre, por lo que recuerdo según lo que él me contaba en séptimo, una vieja histérica. Su padre, un drogadicto que llega todos los días a las cuatro de la mañana a su casa.
Nunca supimos los motivos de la pelea, pero según él, su padrastro le quería pegar a su mamá, y el Ignacio, tratando de defenderla, se agarró con él a combos. Luego de eso se fue de la casa y su papá fue a buscar las cosas de él para que se fueran a vivir juntos.
Ocurre que el viernes, o mejor dicho, el sábado, a las 1 y cuarto de la mañana, en nuestro “segundo hogar”, mientras estábamos pasando un rato, tomándonos unas chelas, con el Andrés, el Sebastián, él y yo, empezó a desahogarse con lo de su mamá, como lo ha venido haciendo estos últimos fines de semana, y me contó qué fue lo que ocurrió, a mi, solamente a mí.
Un día se cortó la luz en su casa, y él estaba frente al computador, y aparece su hermana, de 6 años… (Suspiro, leve quejido de agotamiento y dolor), y se sienta en sus piernas…entre llantos, le logro entender que él se excitó, lamentándose, mientras tormentas de lágrimas incineraban su mejilla, me enteré de que él abusó de ella…él…la manoseó. El Ignacio estaba atacado, convulsionado, realmente afectado, y el Andrés con el Sebastián, estaban lejos, hueviado, sin enterarse en ningún instante de lo ocurrido.
El Ignacio estaba llorando, demasiado arrepentido, demasiado perturbado como para inventar una excusa. Y le juré que nadie se enteraría, mientras entre el asombro y la incomprensión, me recuesto en el pasto, con lágrimas en los ojos, abrazándolo, consolándolo, tratando de calmarlo. Me desperté el sábado en la mañana con la incómoda sensación de tener que ir al colegio a preparar la kermesse. No sé que pensar, estoy demasiado abrumado como para respirar…sin poder desahogarme, atrapado en esta prisión de carne y de piel.
Y lo peor de todo, fue la sensación de no tener a nadie para desahogarme, a nadie. Solamente a la gente desconocida, a la gente que es capaz de escucharme, pues está interesada en mí, a la gente que generalmente trato de esquivar. ¿Mis amigos?, pues ellos están donde deben estar, en un trono de maravillas, esperando a que yo les sirva manjares de felicidad, para no perturbar el maldito equilibrio que los rodea.
Cómo necesité hoy, de alguien querido que me preguntara cómo estaba.
Cómo necesité hoy, de las melodías comunicativas de las voces de mis amigos.
Cómo necesité hoy, creer que todo había cambiado, que todo era distinto.
Cómo necesité hoy, de las caricias de mi amada, de mi difunta amada.
Esperé, esperé y no llegó nadie, hasta que tuve que salir a buscarlos, pero por más que traté de tocar la puerta, esta no sonaba. Demonios, cómo necesité hoy de tus oídos, Nicoll, cómo necesité hoy de tu mirada, Débora, cómo necesité hoy de tus abrazos, Claudia. Felipe, ¿Dónde estabas hoy, que tanto te necesité a mi lado?
Por favor, alguien que me enseñe la salida a sus propios corazones, alguien que me ayude a superar mis trancas. Necesito de alguien que sufra tanto como yo sufro por ella. Una persona que nunca llega, y que aún no encuentro.
Cómo necesité hoy, creer que yo ya no era el mismo, que era mejor.
Cómo necesité hoy, olvidar que soy un pobre solitario perturbador de armonías.
¿Hay alguien allá afuera?, debería, pues de otra forma, creo que no podría continuar. Mierda, no he cambiado, era una maldita fucking mascara, palabra que odio con toda mi alma, con un odio más grande del que te podrías imaginar. Máscara barata, te destiñes con una simple lágrima.
PD: agujero, no responderé tus llamados, no insistas.
Por Felipe Miranda G. a las 2:28 p. m. 0 opiniones
Clasificación Archivo